Presenta un follaje más denso y compacto que otras especies de Capsicum.
Es habitualmente bienal, aunque puede sobrevivir hasta seis años, pero la producción de frutos disminuye abruptamente con la edad, y se la conserva solo por su valor decorativo.
Se desprenden fácilmente del pedúnculo y así facilitan su dispersión por las aves, que son insensibles a la capsaicina.
Los más extensamente cultivados son la brasileña Malagueta, el Peri-Peri africano, el Naga Jolokia o Bih Jolokia asiático y el Tabasco, a partir del cual se produce la salsa del mismo nombre.
También, y entre muchos otros, pero más locales: ají Gusanito en Bolivia, ají Chuncho en Perú, ají Charapita en la Amazonia de este último país, Ají Chirere o Chirel en Venezuela, ají Tití/ají Caribe en República Dominicana, chile Dulce en Colombia, chile Picante/Pecante en Brasil, African Devil en África -donde ya se suponía que era derivado del C. annuum, lo que luego se demostró y aceptó- y cultivares sin apellido particular, solo números, en Filipinas y las Islas Salomón (Vanuatu), aunque allí podría ser una forma local del C.