Capsaicina

La capsaicina —8-metil-N-vanillil-6-nonenamida— es una molécula presente en los frutos de algunas especies del género Capsicum —llamados guindillas en España, ajíes o chiles picantes en Hispanoamérica—.

[3]​ La capsaicina pura es un compuesto sólido hidrofóbico, incoloro, muy picante, de aspecto cristalino a ceroso.

Fue después del intercambio entre América y Europa, cuando Cristóbal Colón introdujo los chiles en el Viejo Mundo en 1493.

Fue en 1873 cuando Buchhein y en 1878 cuando Hogyes descubrieron las primeras propiedades farmacológicas del extracto oleoso llamado “capsicol” (capsaicina impura), el cual estimulaba la producción de jugo gástrico.

En 1876, Thresh logró obtener una forma casi pura del compuesto y lo denominó “capsaicina”.

[4]​ En terapéutica la capsaicina se administran tópicamente y esta es absorbida a través de la piel eficazmente.

Sin embargo, es poco probable que ocurra una absorción sistémica significativa después de su administración tópica o transdérmica.

Los estudios in vitro han demostrado que la capsaicina puede ser absorbida a través de la piel.

[6]​[7]​ Ver Distribución (farmacología) La capsaicina se metaboliza principalmente en el hígado en los seres humanos, donde las enzimas del citocromo P450 desempeñan un papel importante.

Se ha observado que la metabolización de la capsaicina por microsomas humanos ocurre en aproximadamente 20 minutos.

En la piel humana, se ha demostrado en estudios in vitro que la biotransformación de la capsaicina es un proceso lento y solo una parte de la sustancia se metaboliza, formando el grupo vanililamina y el grupo ácido vaníllico.

Este receptor se expresa tanto a nivel central como periférico, principalmente en las fibras C de las neuronas aferentes.

No está recomendado su uso junto con otros productos tópicos aplicados en la misma zona (incluso varias horas después de retirar el apósito), para evitar efectos adversos a nivel local.

Sin embargo, es importante destacar que algunos estudios no han encontrado beneficios significativos en comparación con el placebo.

Si estás considerando el empleo de capsaicina para tratar la neuralgia postherpética, es recomendable consultar a un médico especialista para obtener una evaluación y orientación adecuadas en tu situación particular.

[15]​ Varios estudios se han realizado para investigar los efectos de la capsaicina tópica en el tratamiento del dolor neuropático en pacientes con diabetes.

En un estudio realizado en 1990, se aplicó crema de capsaicina al 0,075% o placebo durante 4 semanas en pacientes con neuropatía diabética.

(10% o más) (1 - 10%) (0.1 - 1%) (1 - 10%) (0.1 - 1%) (0.1 - 1%) (1 - 10%) (0.1 - 1%) (1 - 10%) (0.1 - 1%) (0.1 - 1%) (0.1 - 1%) No hay datos que avalen la seguridad de capsaicina a dosis terapéutica durante el embarazo en humanos.

Ante cualquier síntoma que ponga en peligro la vida, se recomienda una descontaminación temprana y buscar atención médica de inmediato.

Estos productos contienen Caseína, una fosfoproteína que neutraliza y evita la propagación del picor causado por la capsaicina.

Aunque la opción más común es beber un vaso de leche, también son muy útiles el yogur, la mantequilla, la nata y el queso cremoso.