Iglesia de San Ginés de Arlés (Madrid)

Todavía en 1467 era, con la de San Martín, monasterio benedictino, la única situada extramuros.

Sin embargo, la construcción de otros elementos se prolongó hasta 1672, el mismo año en que falleció Ruiz.

La iglesia sufrió tres incendios (1724, 1756 y 1824), seguidos de otras tantas restauraciones.

La propuesta de Aguilar, que difería mucho del estilo del siglo XVII propio de San Ginés, no agradó al obispado, quien a través del párroco, José Moreno Montalbo, expresaba así su oposición al proyecto: A pesar de ello se ejecutó finalmente la obra (1870-1872), caracterizada fundamentalmente por sus arcos carpaneles y estilo neo-plateresco.

A su término, el aspecto de la mencionada fachada había cambiado radicalmente.

No obstante, para no romper totalmente con la continuidad, se añadieron ciertos elementos decorativos del trabajo de Aguilar (que ahora serían comunes) a las demás caras del edificio.

A fines del siglo XIX se arreglaron varios desperfectos en los tejados, canalizaciones e interiores.

Durante la Guerra Civil (1936-1939), San Ginés permaneció cerrada, exceptuando algunas dependencias que fueron empleadas por la República como cuartel militar.

Con esto último se buscaba dar nuevamente al templo la apariencia que tuvo en el siglo XVII, típica del Madrid de los Austrias.

Además, se sustituyó la ornamentación decimonónica y neoplateresca de los vanos por otra más semejante a la del siglo XVII.

El remate es un hermoso chapitel madrileño de pizarra que incorpora una gran verticalidad a la construcción.

Sobre el crucero se alza una cúpula sobre pechinas, sin tambor ni linterna.

En sus muros cuelgan las siguientes pinturas: El altar de esta capilla, diseñado por Sebastián Herrera Barnuevo y en cuya ejecución (1676) participó Virgilio Fanelli, cuenta con un Cristo Crucificado de Alfonso Giraldo Bergaz, ejecutado en la primera década del siglo XIX, y cuatro ángeles en bronce dorado de Pompeo Leoni.

En la cúpula, pinturas al fresco de José Sánchez Villamandos, documentado en la segunda mitad del siglo XVIII, representando cuatro mujeres fuertes de la Biblia en las pechinas, otros tantos varones bíblicos en el tambor y la Ascensión en el cascarón.

En los muros laterales dos lienzos de Antonio Palomino, recibidos en depósito del Museo del Prado, que representan el Sueño de san José y Pentecostés, concebidos con un sentido escenográfico plenamente barroco.

[21]​ Primera desde la cabecera, contiene un retablo moderno imitando el estilo neoclásico, con una escultura de la Virgen titular de comienzos del siglo XIX y dos ángeles con lámparas poco anteriores.

El segundo está firmado por Francisco Camilo en 1656 y pertenece a las nuevas adquisiciones.

Obra de gran dinamismo barroco y color flamenco cerrada por ricas arquitecturas clásicas.

Bajo el altar se encuentra enterrada Pilar Cimadevilla, niña de diez años.

[26]​ En esta capilla se conservaba desde 1522 un gran caimán disecado bajo el altar a los pies de la Virgen.

Fachada a la calle del Arenal de la iglesia hacia 1872, después de la reforma
La iglesia de San Ginés desde la calle de Bordadores . Ilustración de Sancha ( La Esfera , 1924)
Interior de la iglesia
Cúpula con pinturas al fresco de José Sánchez Villamandos, en la capilla del Santísimo Cristo de la Redención
El Greco , La purificación del templo , hacia 1610-1614, óleo sobre lienzo, 106 x 104 cm
Interior de la Real Capilla del Santísimo Cristo de la Redención
Santísimo Cristo de la Salud (1698), escultura de Nicola Fumo