Sus células principales son los hepatocitos y uno de sus rasgos más característicos es que tiene la capacidad para regenerarse.
[6] El vocablo «hígado» no deriva de su homónimo en latín jecur, ni del griego hepatos.
Llena el espacio de la cúpula diafragmática, donde puede alcanzar hasta la quinta costilla, y está próximo al corazón del cual se encuentra separado por el diafragma.
El hígado está cubierto por el peritoneo visceral, tiene varias conexiones con el peritoneo parietal que se llaman ligamentos del hígado, los cuales no son en realidad auténticos ligamentos, sino tractos fibrosos que le dan soporte y lo sustentan sobre las estructuras adyacentes.
Ambas inervaciones forman el plexo hepático, mezcla de fibras simpáticas y parasimpáticas.
[17] El lobulillo es u estructura tridimensional con forma de prisma hexagonal con una vena longitudinal en el sector central.
En un corte histológico bidimensional en el centro del hexágono se encuentra la vena centro-lobulillar y en las esquinas los espacios porta.
Además elimina de la sangre muchas sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo, transformándolas en otras inocuas.
En perros y gatos determinados medicamentos como el paracetamol no pueden ser metabolizados fácilmente por el hígado, por lo que resultan tóxicos con dosis muy pequeñas.
[31] Por otra parte los gatos pueden presentar una enfermedad específica del hígado que no existe en otros animales, la lipidosis hepática felina.