La economía del departamento de Potosí se encuentra entre las que mayor expansión económica tuvieron durante los últimos años, ya que tradicionalmente se ha caracterizado por ser un departamento productor de minerales, lo que le ha permitido convertirse en la quinta economía departamental más grande del país, después de Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y Tarija.En cuanto al ingreso por habitante (PIB per cápita), el departamento cerró el año 2016 con US$ 2929 dólares en promedio por cada potosino (a).Para principios del siglo XIX, la riqueza de Potosí era tan solo un lejano recuerdo, pero eso no evitó que los realistas del Alto Perú y los patriotas de Buenos Aires se disputarán la región encarnizadamente.Durante el curso del siglo XX, mediante diversos tratados, se estableció el límite con Argentina.Durante la colonia y el periodo republicano la base económica del departamento fue la minera, pero también la recaudación impositiva a los pueblos indígenas, entre ellos están los siete ayllus tinkipaya,[10] que contribuían al estado por medio de un Impuesto Indígena, al que se llamaba tasa.En años recientes, algunas explotaciones mineras, más el desarrollo del turismo, han hecho renacer las esperanzas de una reactivación económica.En el sudoeste del departamento se encuentra el Cerro Zapaleri (5653 m s. n. m.), que marca el punto trifinio entre Bolivia, Argentina y Chile.El departamento tiene ríos que discurren hacia las tres cuencas del país: al Amazonas, mediante los ríos Caine, Chayanta Guadalupe; a la del Plata, con los ríos Pilcomayo, Motaca, Tumusla, etc.; y a la cuenca cerrada del altiplano, con el río Márquez, que desemboca en el Lago Poopó, y el río Grande de Lípez, que desemboca en el Salar de Uyuni.La vegetación aumenta hacia el extremo noreste, colindante con el Departamento de Chuquisaca, región a menor altitud y mejor regada por las lluvias.Entre las aves se destaca el cóndor, que habita en las altas cumbres, y el flamenco, muy abundante en las lagunas del altiplano.Son ellas la Reserva nacional de fauna andina Eduardo Abaroa, situada en el extremo sur del departamento, colindante con Chile y Argentina, y el Parque nacional Toro Toro, en el extremo norte, en el límite con el Departamento de Cochabamba.[5] La pobreza y la falta de oportunidades laborales empujaron a miles de habitantes del departamento a buscar mejores horizontes en otros departamentos del país e incluso en el extranjero, principalmente en Argentina.La mayor parte de los habitantes residen en la mitad oriental del departamento, a menor altura y con un clima algo más benigno.Los idiomas que se hablan en el departamento son principalmente quechua, castellano y aimara.Aunque los yacimientos de plata que hicieron famosa a la región ya están totalmente agotados, el subsuelo aún guarda numerosas riquezas minerales.Existen yacimientos de antimonio,[23] plomo, zinc, bismuto, wólfram, azufre, bórax, sal común, litio,[24] cobre, oro[25] y posiblemente, uranio.Se han construido numerosas hosterías, y cada vez es más la gente que trabaja directa o indirectamente en este rubro.Pero la actividad también encuentra problemas con la infraestructura (malos caminos, falta de personal capacitado) y por otro lado, algunos advierten que un turismo masivo y desorganizado podría acarrear efectos negativos en el patrimonio histórico de la zona.[32] Las carreteras que recorren el departamento están, en su mayoría, sin pavimentar, y los trabajos por mejorarlas avanzan con lentitud.El tramo Potosí-Río Mulato constituye uno de los ferrocarriles más altos del mundo, solo transitan minerales.