La participación de Nuccio Bertone en las primeras conversaciones trajo consigo posibilidades más concretas del proyecto, aunque no tenían un inversor.
[7] Por esas fechas el coleccionista de vehículos Romano Artioli que tenía los medios financieros necesarios para llevar adelante la idea de un superdeportivo, Deseaba uno que fuera elegante y muy rápido.
Para el desarrollo del nuevo modelo de Bugatti, Artioli no escatimó en gastos.
Fiel al lema de Ettore Bugatti, solamente quería lo mejor para su vehículo.
Bajo esta premisa, los ingenieros crearon un monocasco ligero que pesaba solamente 125 kg (276 libras), debido a que fue construido en fibra de carbono por la compañía aeroespacial francesa Aérospatiale.
Debido a que el mercado de los superdeportivos se derrumbó dramáticamente, Artioli invirtió en Lotus Cars y acumuló altos pasivos.
Cuando ya no pudo pagar a sus proveedores, se cerró la instalación de producción en Italia.
En 1995, solamente unos 128 vehículos, 96 EB110 GT y 32 EB110 Super Sport se habían fabricado en Campogalliano, entre ellos dos coches de carreras con 670 CV (661 HP; 493 kW).
[8] En 1992 se presentó la versión EB110 SS (Super Sport), que lleva el mismo motor, pero potenciado hasta los 612 CV (604 HP; 450 kW) a las 8250 rpm y es más ligera que la variante normal.