Su forma cóncava aporta la capacidad de almacenaje de aceite necesaria para cada motor, cantidad que se comprueba verificando el nivel mediante una varilla o sonda con sus correspondientes marcas.
El cárter está fijado al bloque motor mediante tornillos con interposición de una junta de estanqueidad, y en la parte inferior del mismo está situado el tapón roscado que permite su drenaje.
La idea de utilizar un compartimento metálico conteniendo aceite para lubricar permanentemente un mecanismo, fue desarrollada por el británico J. Harrison Carter (1816-1896; de donde procede el nombre del dispositivo).
En este caso, el cárter de aceite como se ha indicado en el párrafo anterior, se fija a este "cárter de bancada".
De tal modo que el cárter en este tipo constructivo, puede estar formado por 2 partes diferentes: