[4] Para responder a las exigencias técnicas, Spreckelsen se asoció al ingeniero-diseñador danés Erik Reitzel, que se dio cuenta de que para instalar los cimientos del arco había que respetar la autopista y las líneas ferroviarias presentes en el subsuelo.
El reglamento del concurso estipulaba que si el vencedor resultaba extranjero debía de ser ayudado por un equipo técnico francés, más familiarizado con los engranajes administrativos nacionales.
[6] Spreckelsen, molesto por la desnaturalización de su proyecto, dimitió y murió unos pocos meses más tarde.
[10] Las obras fueron supervisadas por el arquitecto Paul Andreu, que sustituyó a Johann Otto von Spreckelsen.
[12] Los principales aspectos estudiados fueron los cimientos, los dispositivos de apoyo y los cálculos (estructura, nodos, armaduras…).
[7] Los pilotes están coronados por capiteles que sirven de soporte a la estructura del edificio.
Además, se colocaron dispositivos para poder cambiar estas placas durante toda la vida del edificio.
[15] Teniendo en cuenta la coexistencia de partes en hormigón armado y partes en hormigón pretensado, la necesidad de proporcionar un corte del edificio en tres dimensiones, y la gran cantidad de cálculos necesarios para evaluar los asientos, se tuvo que realizar una modelización muy detallada del edificio.
[13] Estos cálculos mostraron la necesidad de instalar en la obra un dispositivo para mantener verticalmente las dos «patas»[N. 2] del edificio hasta que se colocara la plataforma superior (el dintel del arco), debido a que es esta plataforma la que asegura la estabilidad del edificio.
Con el objetivo de cumplir con los plazos impuestos, resultó evidente que había que construir en cuatro días simultáneamente las dos plantas del mismo nivel de cada pata.
Para evitar la saturación de las grúas, todo el hormigón fue vertido con bombas.
Se concedió una atención particular a la disponibilidad cotidiana de los encofrados y herramientas.
Una vez realizada cada viga, el hormigón fue pretensado, y posteriormente todo el pórtico se desplazó 21 metros para permitir la realización de la siguiente viga.
La dificultad principal se debía a que se construyó el edificio más grande de La Défense en una zona ya muy congestionada en superficie por numerosos edificios terminados y ocupados y vías importantes de circulación como el bulevar circular, pero también en el subsuelo por las líneas del Metro de París, del RER, las autopistas y una vía de SNCF.
También se estudió la protección del edificio como monument historique, con el objetivo de conservar su arquitectura.
[23] Desde el 4 al 24 de abril, se había permitido que los visitantes accedieran a los museos pasando por los ascensores situados en las columnas del arco.
Finalmente comunicó que tenía la intención de cerrar definitivamente el arco al público y transformar la superficie del techo del arco en oficinas y salas de reunión, privando así a los Altos del Sena de su monumento más visitado, con unos 250 000 visitantes al año.
El Estado se convirtió en nudo propietario y pagó a Eiffage bajo la forma de un alquiler gratuito durante veinte años.
En 2007 el Ministerio de Ecología, Desarrollo Sostenible, Transporte y Vivienda era el propietario del pilar sur, del techo y de las dos escaleras monumentales.
AXA y la Caisse des dépôts eran los propietarios del pilar norte.
Se podía acceder a estas instalaciones mediante un grupo de ascensores panorámicos situados en el hueco del arco.