Cardenal Richelieu

Richelieu pronto alcanzó un gran poder en la Iglesia católica y en el Reino de Francia, hasta alcanzar la dignidad cardenalicia en 1622, y el cargo de primer ministro del rey Luis XIII en 1624.

Como primer ministro de Francia, consolidó la monarquía francesa luchando contra las diversas facciones internas.

Para contrarrestar el poder de la nobleza, transformó Francia en un fuerte Estado centralizado.

Su apoyo a la expansión ultramarina le hizo fundar asentamientos en Nueva Francia, Guadalupe, Guayana, Martinica, Senegal, Madagascar y Reunión.

Como aún no tenía la edad mínima requerida, fue necesario un viaje a Roma para obtener una dispensa del papa.

En 1616 es nombrado secretario de Estado para el Exterior y la Guerra, cargo que desempeñará sólo durante cinco meses, hasta la caída del favorito Concino Concini.

Con la muerte en 1621 del duque de Luynes, Richelieu comenzó la lenta rehabilitación y acercamiento al poder.

[4]​ Las diversas crisis por las que atravesaba Francia, incluyendo una revuelta hugonote, hicieron del nuevo ministro cardenal un consejero indispensable para el rey.

Para ello, se alió con las rebeldes Provincias Unidas, en guerra con España, y apoyó a los Estados protestantes alemanes que se enfrentaban a los Habsburgo en la guerra de los Treinta Años.

Este apoyo a una potencia protestante frente al papa le ganó numerosos enemigos en la católica Francia.

Esta última medida dejó a los duques y condes del país sin defensas contra el rey en una hipotética rebelión.

Los Habsburgo españoles aprovecharon el conflicto interno francés para expandir su influencia en Italia.

Como respuesta, Richelieu, una vez ganada La Rochelle, lideró un ejército contra España en el norte de Francia.

Al año siguiente, la posición de Richelieu se vio seriamente amenazada por su antigua protectora, María de Médicis, que creía que el Cardenal le había robado su poder político, y le exigió la dimisión.

Luis XIII no era, en un comienzo, contrario a este curso de los acontecimientos, dadas sus pobres relaciones con el Cardenal.

También aceptó prestar ayuda económica al rey Gustavo Adolfo II de manera encubierta, ya que Francia no estaba en guerra con el Sacro Imperio Romano Germánico.

Mientras tanto, Francia y España continuaron con su enfrentamiento por el norte de Italia.

Cuando en 1630 los embajadores franceses acordaron en Ratisbona la paz con los Habsburgo españoles, Richelieu se opuso y consiguió que Luis XIII no lo ratificara.

Sin embargo, no pudieron obtener una ventaja decisiva sobre los franceses, debido a la excesiva extensión en las líneas de avituallamiento y por miedo al estallido de otra bancarrota se decide abandonar la campaña y retirarse a la frontera.

El cardenal Richelieu llegó a ser muy impopular en los últimos años de su vida.

Los atacantes exhumaron el cuerpo del cardenal y a continuación lo decapitaron.

Al comienzo, la estructura política del país era básicamente feudal, con una nobleza poderosa y una gran variedad de leyes según los territorios.

Las diferentes facciones nobles conspiraban periódicamente contra el rey, poseían sus propios ejércitos y se aliaban con potencias extranjeras.

Los intereses locales o religiosos fueron subordinados a los nacionales, representados por el rey.

Richelieu sentó las bases del futuro Imperio colonial francés y de la posición como potencia en Europa que ocupa actualmente.

Richelieu es asimismo conocido por la manera autoritaria que usó para conservar el poder.

Los motivos del Cardenal han sido foco de debate entre historiadores; mientras que unos lo ven como un patriota monárquico, otros lo consideran como un cínico hambriento de poder (Voltaire incluso defendió que Richelieu provocó guerras para ser indispensable al rey).

Amante del teatro, que en esa época no era considerado respetable, patrocinó a escritores como Pierre Corneille.

El Cardenal fundó asimismo la Académie française, la principal sociedad literaria francesa.

La Académie Française, compuesta de cuarenta miembros, promueve el francés y su literatura, siendo todavía hoy en día la autoridad competente en esa materia.

El Cardenal Richelieu en el sitio de La Rochelle , pintura romántica de Henri-Paul Motte (1881).
Retrato del cardenal Richelieu por Philippe de Champaigne ( c . 1633 , National Gallery , Londres) .
Richelieu en su lecho de muerte , pintura de Champaigne .
El cardenal Mazarino , sucesor de Richelieu. Retrato por Pierre Mignard .