El busto del cardenal Richelieu, primer ministro de Luis XIII de Francia, fue realizado por Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), se conserva en París, en el Museo del Louvre.
No sólo tenía que obtener el consentimiento del artista, sino también a su "protector": el papa Urbano VIII.
Bernini empezó en noviembre de 1640 la famosa obra y la terminó en enero del siguiente año.
Sin embargo Mazarino repuso al papa, ya que de hecho el busto no complacía a los clientes, que a pesar de su buen cuidado detalle, no reflejaba las verdaderas características del cardenal Richelieu.
La escultura está bien tallada con mucho detalle en el vestido y la expresión de la cara, que se caracteriza por un aire noble.