Apodado el "Alcibíades francés", se hizo célebre por sus excesos, sus aventuras amorosas y sus duelos que le reportaron, en su juventud, el permanecer prisionero durante catorce meses en la Bastilla.
Entre sus muchas conquistas femeninas se puede citar, también, a la marquesa de Châtelet (1733).
Gracias a la protección de la Jeanne Agnès Berthelot de Pléneuf, marquesa de Prie fue nombrado embajador en Viena (1725-1729) y después en Dresde, demostrando en ambas ser un hábil diplomático.
Brillante cortesano, tuvo gran influencia sobre Luis XV, hasta que Madame de Pompadour, ofendida por oponerse Richelieu al matrimonio de su hijo, el duque de Fronsac, con su hija Alexandrine Le Normant d'Étiolles, le alejó del rey sin llegar a privarle, del todo, de su favor.
Mecenas generoso, fue amigo de Voltaire, al que recibía, a menudo, en sus residencias de París, Versalles y Fontainebleau.