Animismo

El animismo (del latín anima, ‘alma’) es un concepto que engloba diversas creencias en las que tanto objetos (útiles de uso cotidiano o bien aquellos reservados a ocasiones especiales) como cualquier elemento del mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra, determinados lugares, espíritus, rocas, plantas, animales, árboles, etc.) están dotados de movimiento, vida, alma o consciencia propia.

Si bien dentro de esta concepción cabrían múltiples variantes del fenómeno, como la creencia en seres espirituales, incluidas las almas humanas, en la práctica la definición se extiende a que seres sobrenaturales personificados, dotados de razón, inteligencia y voluntad, habitan los objetos inanimados y gobiernan su existencia.

En África el animismo se encuentra en su versión más compleja y acabada, siendo así que incluye el concepto de magara o fuerza vital universal, que conecta a todos los seres animados, así como la creencia en una relación estrecha entre las almas de los vivos y los muertos.

Algunos conceptos antiguos acerca del alma se pueden analizar a partir de los términos con que ésta era denominada.

Aunque a veces se distingue el alma o principio vital del cuerpo (que también poseerían los animales) como algo diferente del espíritu humano, hay casos en que un estado de inconsciencia se explica como debido a la ausencia de este.

Esa formulación fue un poco diferente de la propuesta por Auguste Comte como "fetichismo",[13]​ pero los términos ahora tienen significados distintos.

A fines del siglo XIX, surgió una ortodoxia sobre la "sociedad primitiva", pero pocos antropólogos aún aceptarían esa definición.

Estos rituales y creencias finalmente evolucionaron con el tiempo en la gran variedad de religiones "desarrolladas".

En consecuencia, se desvía del empirismo, porque esta vertiente considera que el “saber” es una copia de los objetos.

[25]​ Su explicación sugerida, sin embargo, no trató con la pregunta de por qué tal creencia se convirtió en central para la religión.

[10]​ Sin embargo, el término también había sido reclamado por grupos religiosos, a saber comunidades indígenas y era adoración de la naturaleza - quienes sintieron que describía adecuadamente sus propias creencias, y que en algunos casos se identificaron activamente como "animistas".

Basándose en el trabajo de Bruno Latour, estos antropólogos cuestionan estas suposiciones modernistas y teorizan que todas las sociedades continúan "animando" el mundo que los rodea, y no solo como una supervivencia de Tylorian del pensamiento primitivo.

Los teóricos clásicos (se argumenta) atribuyeron sus propias ideas modernistas de sí mismos a "pueblos primitivos" mientras afirman que los "pueblos primitivos" leen su idea de sí mismos a los demás "[22]​ Ella argumenta que el animismo es una "epistemología relacional", y no un fracaso de Tylor razonamiento primitivo Es decir, la identidad propia entre los animistas se basa en sus relaciones con los demás, más que en alguna característica distintiva del yo.

Basándose en la ciencia cognitiva y natural contemporánea, así como en las visiones del mundo en perspectiva de diversas culturas indígenas y orales, Abram propone una cosmología rica en pluralismo e historia en la que la materia está viva de principio a fin.

Sostiene que la razón civilizada se sustenta solo por una intensa participación animista entre los seres humanos y sus propios signos escritos.

Por ejemplo, tan pronto como dirigimos nuestra mirada hacia las letras alfabéticas escritas en una página o una pantalla, "vemos lo que dicen", es decir, las letras parecen hablarnos, como arañas, árboles, ríos que brotan y rocas incrustadas de líquenes una vez hablaron a nuestros antepasados orales.

Para Abram, la lectura puede entenderse útilmente como una forma intensamente concentrada de animismo, una que efectivamente eclipsa a todas las otras formas más antiguas y más espontáneas de participación animista en las que alguna vez participamos.

Creen que el alma pasa a un mundo más cómodo, de abundantes juegos y cultivos agrícolas continuos.

Para el éxito en esta tarea los supervivientes del muerto consideran necesario realizar funerales de duelo y adoración a los ancestros.

Se encuentran ideas similares entre los euahlayi del sudeste de Australia, los dakotas y muchas otras tribus.

El alma puede volver para vengar su muerte ayudando a descubrir al asesino, o para descargar la venganza sobre este.

La mujer que muere en el parto se vuelve un pontianak, y amenaza la vida de seres humanos.

En Japón destaca la creencia en los Tsukumogami, artículos ordinarios de una casa que han cobrado vida en su cumpleaños número cien.

[cita requerida] Los sueños son a veces narrados en pueblos como viajes astrales realizados por el durmiente, o por animales u objetos de su entorno.

Las alucinaciones, o sueños lúcidos posiblemente deben haber contribuido a fortificar esta interpretación, así como la teoría animística en general.

Como en los sueños no solo se ven seres humanos sino también animales y objetos inanimados, la conclusión debe de haber sido que ellos también tenían espíritu, aunque las primeras religiones pueden haber llegado a esta conclusión mediante otra línea de argumentación.

Sin embargo, el término se suele utilizar para describir una etapa primigenia de la religión, en la que las personas tratan de establecer una relación con poderes invisibles, concebidos como espíritus, y que pueden llegar a formar diversas jerarquías, como en los múltiples dioses del politeísmo.

En muchas visiones del mundo animistas, el ser humano a menudo se considera en pie de igualdad con otros animales, plantas y fuerzas naturales.

Los chamanes pueden visitar otros mundos / dimensiones para guiar a las almas equivocadas y mejorar las enfermedades del alma humana causadas por elementos extraños.

En el panteísmo, todo comparte la misma esencia espiritual, en lugar de tener espíritus o almas distintas.

Lugar sagrado en una aldea Santhal en el distrito de Dinajpur, Bangladés .
Edward Tylor El animismo desarrollado como teoría antropológica.
Fotografía de Jean Piaget
Cinco jefes ojibwe en el siglo XIX ; fueron los estudios antropológicos de la religión ojibwe que dieron lugar al desarrollo del "nuevo animismo".
Altar animista, del pueblo bozo , Mopti , Bandiagara , Mali en 1972
Un cuadro que presenta figuras de varias culturas que desempeñan funciones de mediador, a menudo denominadas como " chaman " en la literatura