En la filosofía oriental, la sintiencia es la cualidad metafísica de todas las cosas que requieren respeto y cuidado.[4] Carecer de esta capacidad supone no tener intereses a respetar, pues un individuo sin sintiencia no puede ser beneficiado o perjudicado como lo son aquellos seres que sí tienen experiencias positivas o negativas.Algunos filósofos, notablemente Colin McGinn, creen que la sintiencia nunca será entendida, una posición conocida como "nuevo misterismo".Este concepto se ha convertido en los últimos treinta años en un gran tema de interés en la biología y filosofía.[4] Las religiones orientales que incluyen el hinduismo, el budismo, el sijismo y el jainismo reconocen a los no humanos como seres sintientes.En el jainismo y el hinduismo, esto está estrechamente relacionado con el concepto del ahimsa, la no violencia hacia otros seres.Según el budismo, los seres sintientes hechos de conciencia pura son posibles.El primer voto de un Bodhisattva dice: "Los seres sintientes son innumerables; prometo liberarlos".Otro de los criterios que la biología tiene en cuenta para atribuir o no la sintiencia a las especies es la condición fisiológica y anatómica, esto es, ciertos animales cuentan con una estructura anatómica que les permite tener experiencias: el sistema nervioso.Pues bien: las entidades que sufren y disfrutan, pueden actuar para evitar lo primero y promover lo segundo, tener tales experiencias motivan al individuo a actuar de un modo u otro según esto suponga un perjuicio o un beneficio.El filósofo del siglo XVIII Jeremy Bentham compiló las creencias ilustradas en Introducción a los principios de la moral y la legislación, e incluyó su propio razonamiento en una comparación entre la esclavitud y el sadismo hacia los animales: En el siglo XX, el profesor de la Universidad de Princeton Peter Singer argumentó que la conclusión de Bentham es a menudo rechazada apelando a una distinción que condena el sufrimiento humano, pero permite el sufrimiento no humano, típicamente "apelaciones" que son falacias lógicas (a menos que la distinción sea objetiva, en cuyo caso, la apelación es solo la falacia lógica que se conoce como petitio principii).Sin embargo, como hemos visto en el punto anterior, no son los humanos los únicos seres sintientes.[11] El concepto del cociente de sintiencia fue introducido por Robert A. Freitas Jr.
Los experimentos sugieren que las abejas pueden mostrar un estado de ánimo optimista, involucrarse en conductas lúdicas y evitar estratégicamente amenazas o situaciones perjudiciales a menos que la recompensa sea significativa.
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