Peter Singer

Tras sus estudios iniciales en Australia, se traslada a la Universidad de Oxford, donde toma contacto con el utilitarismo ético mediante la lectura de autores en lengua inglesa, como Jeremy Bentham y John Stuart Mill.

Singer es desde 2009 miembro de Giving What We Can, una organización centrada en el altruismo eficaz cuyos miembros se comprometen a donar al menos el 10% de sus ingresos a organizaciones benéficas efectivas.

Sus abuelos no fueron tan afortunados: los paternos fueron llevados a Łódź por los nazis, donde se pierde sus rastros.

Después estudió leyes, historia y filosofía en la Universidad de Melbourne, obtuvo el grado académico en 1967.

Ganó una beca para estudiar en la Universidad de Oxford, obteniendo el bachillerato en Filosofía en 1971 con una tesis sobre la desobediencia civil, supervisada por R. M. Hare, y posteriormente, publicada como libro en 1973 (Democracia y Desobediencia civil).

[4]​[5]​[6]​[7]​[8]​[9]​[10]​[11]​[12]​[13]​ En 2022 fue galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Humanidades y Ciencias Sociales.

Singer condena también la vivisección, aunque cree que algún experimento animal puede ser aceptable si el beneficio (mejora de tratamientos médicos etc.) supera al daño causado a los animales utilizados.

Dado el carácter subjetivo del término «beneficio», ésta —y cualquier otra visión utilitarista— son objeto de controversia.

[18]​ Su libro más extenso Ética práctica[19]​ analiza en detalle por qué y cómo deben sopesarse los intereses de los individuos.

Sostiene que los intereses siempre deben evaluarse en función de las características concretas del ser.

Éste también explica la prioridad que Singer da a los intereses por sobre los deseos y placeres triviales.

Ha vacilado sobre si el objetivo preciso es la cantidad total de intereses satisfechos o el interés más satisfecho entre los seres que ya existen antes de que se tomara la decisión.

Pero los detalles son borrosos y Singer mismo admite que no está «enteramente satisfecho» con este tratamiento.

Mientras que la naturaleza, el medio ambiente «no sintiente» no tiene valor intrínseco para un utilitario como Singer, la degradación medio ambiental es una profunda amenaza para la vida sintiente, y por esta razón los ambientalistas tienen derecho a hablar de la naturaleza salvaje como un «herencia de la humanidad».

Singer difiere en su posición con respecto a otros ponentes del aborto en que en vez de atacar la segunda premisa, él ataca la primera, negando que esté mal quitar una vida humana inocente.

Mientras la pertenencia a la especie humana no es relevante, sí que lo es la condición de persona.

[25]​ Singer afirma que los argumentos a favor o en contra del aborto deberían estar basados en el cálculo utilitario que sopese las preferencias de una madre contra las preferencias del feto o embrión.

Del mismo modo, Singer argumenta que los recién nacidos carecen de las características esenciales para ser considerados personas: "la racionalidad, la autonomía y la conciencia de sí mismo" y, por tanto, "matar a un bebé recién nacido no es equivalente a matar a una persona, es decir, un ser que quiere seguir viviendo".

[25]​ Singer defiende que los padres deberían tener la posibilidad de quitar la vida a los bebes con discapacidades graves.

Cree que mientras el sexo entre especies no es normal ni natural,[28]​ no constituiría una transgresión de nuestro estatus como seres humanos, porque los seres humanos son animales, más específicamente, grandes simios.

En este ámbito, el razonamiento ético ha existido desde los tiempos primitivos haciendo que las bandas cooperen, se comprometan y hagan decisiones grupales de supervivencia.

En esta cuenta, el comportamiento imparcial de auto sacrificio importa especialmente en vistas del propio interés analizado desde perspectivas más amplias.

Singer también arguye implícitamente que una férrea defensa del utilitarismo no es crucial en su trabajo.

No podemos negar que este principio implica radicales conclusiones -por ejemplo, de que la gente rica es muy inmoral si no renuncian a ciertos lujos para donar su dinero a la lucha contra el hambre.

El economista americano Steve Forbes cesó sus donaciones a la Universidad de Princeton en 1999 porque Singer alcanzó por honores un puesto en la institución.

[40]​ Algunos comentaristas han expresado su desaprobación por el artículo publicado por Singer revisando la discusión sobre la zoofilia.

Dijo que si de él dependiera, probablemente su madre no estaría viva.

Así, autores como Joan Dunayer o Gary Francione se oponen al utilitarismo de Singer.

Peter Singer en la Universidad de Oxford.