Problema difícil de la consciencia

Asimismo, pueden ser enteramente consistentes con la concepción materialista moderna de los fenómenos naturales.

[6]​[7]​ La respuesta a esta pregunta podría estar en entender los roles que tienen los procesos físicos en la creación de la consciencia y el grado en que estos procesos crean nuestras cualidades subjetivas de la experiencia.

Parece poco razonable que debiera ser así y sin embargo lo es.Existen autores anteriores a Chalmers como de Thomas Nagel (1974), Frank Jackson (1982) y John Searle (1996) que consideraron a la conciencia como «el problema más difícil».

Isaac Newton escribió en una carta a Henry Oldenburg: No es sencillo determinar por qué modos o acciones la luz produce en nuestras mentes el fantasma del color.

Muchos teóricos eminentes, incluyendo a Francis Crick y Roger Penrose, han trabajado en este campo.

Sin embargo, no es claro si estas teorías resuelven el problema difícil.

La filósofa del materialismo eliminativo Patricia Smith Churchland ha remarcado sobre las teorías de Penrose que el «polvo de hadas en la sinapsis es casi tan poderoso y explicativo como la coherencia cuántica en los microtúbulos».

[14]​ Algunos filósofos, incluyendo a David Chalmers y Alfred North Whitehead, argumentan que la experiencia consciente es fundamental en el universo, una forma de pampsiquismo.

Chalmers argumenta que una «vida interior con tal riqueza subjetiva » no es lógicamente reducible a las propiedades de procesos físicos.

Esta descripción involucra un ingrediente fundamental capaz de clarificar los fenómenos que no han sido descritos con medios físicos.

[16]​ Algunos filósofos, como Daniel Dennett,[6]​ Stanislas Dehaene[7]​ y Peter Hacker,[17]​ se oponen a la idea de que exista un problema difícil.

Los críticos del enfoque deflacionario objetan que la qualia es un caso donde una sola realidad no puede tener múltiples apariencias.

Como John Searle señala: «donde se refiere a la consciencia, la existencia de la apariencia es la realidad».