Sensocentrismo

El filósofo del siglo XVIII Jeremy Bentham escribió en Introducción a los principios de moral y legislación[1]​ que «todo acto humano, norma o institución, debe ser juzgados según la utilidad que tiene, esto es, según el placer o el sufrimiento que produce en las personas» donde, tras una comparación entre la esclavitud y el sadismo con los animales concluyó con la cita:La pregunta no es ¿pueden razonar?, ni ¿pueden andar?, sino ¿pueden sufrir?.Otros destacados filósofos como Peter Singer en Liberación animal (Animal Liberation) o Tom Regan en La causa por los derechos animales (The Case for Animal Rights) han seguido esta trayectoria aunque con diferencias en cuanto a su aplicación, pues Peter Singer defiende una postura utilitarista mientras que Tom Regan mantiene una postura abolicionista, más cercana a los derechos animales.

[6]​ La ciencia reconoce que los individuos con sistema nervioso central tienen capacidad cerebral para sentir sufrimiento y disfrute en forma de experiencias conscientes.

Como ejemplo se puede tomar el caso de un perro infectado por una lombriz solitaria: los intereses del perro por mantenerse saludable y vivo son mayores a los de un gusano, lo que conllevará a la extirpación del mismo.

[14]​ La comunicación eléctrica es usada como defensa en la Mimosa Púdica, plegando sus hojas al contacto y para alimentarse de pequeños animales en la planta carnívora Dionaea Muscipula (Venus Atrapamoscas).

[18]​ Lo cual es falso, debido a que las plantas carecen de consciencia por no tener una estructura compleja como el cerebro.

Inclusive, se puede estar en un coma profundo o dormido, en plena ausencia de consciencia e igualmente funcionarían.

[23]​ Este posicionamiento ético del antropocentrismo ha sido replicado por quienes defienden los derechos animales mediante el argumento de casos marginales.