Mimosa pudica

Es una planta que suele ocupar rápidamente todo el espacio a su disposición, entonces es importante elegir, si crece en interior, una maceta de la dimensión adecuada.

En interior, así como en exterior, no necesita demasiado cuidado, se desarrolla con mucha facilidad en cualquier tipo de tierra, pero requiere regarse frecuentemente, de lo contrario las hojas tenderán a volverse amarillas y a mantenerse cerradas.

No tiene muchos enemigos naturales, también gracias a su particular técnica de defensa, aunque la exposición exagerada al sol puede causar la llegada de la araña roja y la excesiva irrigación puede provocar daños muy importantes a las raíces.

Muy sencilla es también la propagación por semilla, extraíble por las numerosas vainas, producidas por la planta misma, que contienen entre tres y cinco pepitas; después dejar secar las vainas será suficiente extraer el contenido y sembrarlo debajo de la tierra.

Durante este proceso es importante mantener la tierra bien regada y una buena exposición a la luz, aún no directa, ni demasiado intensa porqué las plantas, recién nacidas, serán muy frágiles.

Este es un mecanismo de defensa ante depredadores, puesto que, al replegarse, en un gran porcentaje parece ser una planta mustia o marchita.

Vídeo que muestra la sensibilidad de la planta.