Destacó como crítico, folclorista, biógrafo y traductor.
Sin embargo, no produjo ningún cuento, poema o novela memorable.
Hoy se le recuerda principalmente por sus compilaciones de cuentos de hadas del folclore británico (imitando lo que hicieron los hermanos Grimm en Alemania y Perrault en Francia).
En este último volumen, publicado por Longmans en Londres 1906, aparece por primera vez el cuento El Anillo Mágico (El Anillo Mágico y Otras Historias), cuyo título daría origen a El Señor de los anillos de J. R. R. Tolkien[1] Sus traducciones en prosa de la Odisea y la Ilíada son todavía apreciadas por su tono melodioso y arcaizante.
La obra de Lang fue poco original, pero destacó por su erudición y su prosa, la que Jorge Luis Borges describió como «encantadora, aunque nos sea del todo indiferente la materia que trata».