Sueño lúcido

La capacidad de reconocer y controlar los estados oníricos se menciona en textos budistas del siglo VII.

Otras experiencias más inhabituales han sido señaladas, como la salida del propio cuerpo, las transformaciones en animales y otras criaturas fantásticas, el desdoblamiento de la visión, la visión panorámica, la ralentización del tiempo y las experiencias de carácter cósmico como la evolución en espacios con cuatro dimensiones.

Varios estudios han mostrado diferencias de contenido entre los sueños lúcidos y los ordinarios.

[18]​ Aristóteles realizó la primera mención explícita del fenómeno estipulando que un soñante puede ser consciente de su estado.

Podemos sin embargo preguntarnos junto a Christian Bouchet[22]​ si no son lúcidos algunos de los sueños registrados por los benandanti del Friul hacia finales del siglo XVI, así como por los kresniki en Istria, Eslovenia y Croacia en el siglo XVII.

[25]​ En el siglo XIX, el escritor romántico Jean Paul[26]​ y el filósofo Friedrich Nietzsche[27]​ escribieron que fueron a veces conscientes de soñar.

Aunque un capítulo se titula "Los sueños lúcidos", De Saint no utiliza la expresión en su acepción actual.

Solo en 1913 el psiquiatra y poeta neerlandés Frederik van Eeden introduce la expresión "sueño lúcido" en el sentido en que lo conocemos.

Su artículo A Study of Dreams, publicado en los Proceedings of the Society for Psychical Research, recapitula las constataciones extraídas de los sueños consignados durante varios años, entre los cuales trescientos cincuenta y dos de tipo lúcido.

[33]​·[34]​ En 1953, Aserinsky y Kleitmen descubrieron que los sueños tendían a producirse en fases marcadas por movimientos oculares rápidos.

En 1959, Michel Jouvet notó que, en esos periodos, las ondas registradas en un electroencefalograma eran comparables con las de la vigilia.

Para referirse a ellos acuñó el término sueño paradójico, que se caracteriza por una atonía muscular.

La existencia del fenómeno solo se podía demostrar mediante señales enviadas voluntariamente al sujeto dormido.

[41]​ Todos los autores insisten en que la motivación es una condición previa indispensable para llegar a tal fin.

Existen varios métodos para inducir el sueño lúcido, que se pueden clasificar en tres grandes categorías.

Mediante estos métodos, el sujeto entra deliberadamente en el sueño desde la vigilia evitando perder la consciencia durante el proceso.

Los métodos de adormecimiento consciente son más asequibles a las personas que tienen facilidades para dormirse.

[42]​ Otros métodos se basan en el análisis del estado de la consciencia, como el "reflexivo-crítico" descrito por Paul Tholey.

Hearne utilizó la detección del cambio de ritmo respiratorio para desencadenar un ligero choque eléctrico en la muñeca.

LaBerge desarrolló las gafas Novadreamer, que detectaban el movimiento ocular rápido y enviaban señales luminosas.

[43]​ Desde los años 1980 hasta nuestros días, se han realizado varias investigaciones sobre el sueño lúcido, principalmente por la Universidad Stanford y el Lucidity Institute fundado por Stephen LaBerge.

Los estudios de Tholey[46]​ han mostrado que un deportista entrenado podía fácilmente reproducir en sus sueños lúcidos movimientos complejos como los del esquí o la gimnasia, y que este tipo de aprendizaje podía conducir a un mayor rendimiento.

En este método, cuyo origen atribuyó al pueblo senoi, se debe afrontar y eliminar sistemáticamente a los personajes hostiles.

[54]​ De hecho, varias investigaciones muestran que nuestro procesamiento cognitivo durante la vigilia y el sueño están relacionados.

[56]​ Algunos autores sostienen que el sueño puede ser entendido como una versión intensificada de la divagación mental en vigilia.

Aunque los sueños se diferencian en que son divagaciones más largas, visuales e inmersivas.

[59]​ Por tanto, los sueños lúcidos podrían ser una forma específica de metacognición, ya que comparten substrato neurológico con la misma.

El sueño lúcido solo aparece en la literatura en los siglos XIX y XX, donde se registran sin embargo pocos casos.

En 2006 se estrenó la cinta de animación japonesa Paprika del director Satoshi Kon, cuyos personajes comparten los mismos sueños mediante dispositivos eléctricos.

En el cine español, los sueños lúcidos aparecen en la película Abre los ojos de Alejandro Amenábar, cuyos derechos fueron vendidos a Tom Cruise, quien protagonizó la versión Vanilla Sky.

Portada de Rêves et les moyens de les diriger ( Los sueños y cómo controlarlos ) de Léon d'Hervey de Saint-Denys .
Frederik van Eeden y Léon d'Hervey de Saint-Denys , dos pioneros del sueño lúcido.