Damnatio memoriae

[1]​ En la Antigüedad, la única forma que tenían las personas de alcanzar algo parecido a la inmortalidad era la gloria eterna.

Era aún más complicado si esa persona había sido emperador, pues de alguna forma siempre estaría presente en el imaginario colectivo.

Por otro lado, encontramos las tácticas de algunos privilegiados para poder destacar en la oligarquía que existía y así perpetuarse en el juego político.

Al haberse saltado la ley, el infractor no tendría las mismas consideraciones que un ciudadano de pleno derecho.

Así, se demostraba cómo la persona había caído en desgracia, recogiendo los conceptos de la infamia y la injuria contra el condenado.

Ciertos emperadores recibieron tras su muerte la damnatio memoriae casi por aclamación popular unánime pero sin aprobación oficial del Senado romano, como sucedió con Calígula y sus familiares directos.

Tondo con la familia de Septimio Severo en el que aparecen retratados Severo, su esposa Julia Domna , sus hijos Caracalla y Geta , cuya cara ha sido borrada por su damnatio memoriae ordenada por su hermano y asesino Caracalla.
Sejano fue condenado a la damnatio memoriae después de conspirar contra Tiberio en 31; como consecuencia, sus estatuas fueron destruidas y su nombre borrado de todos los registros públicos. Esta moneda de Augusta Bilbilis , acuñada para conmemorar el consulado de Sejano, tiene raspado su nombre.
Miliario CIL II 4803 de la Vía Nova entre Bracara Augusta y Asturica Augusta , en la provincia Tarraconensis en Hispania erigido bajo Tito , con su hermano Domiciano como César , y a quien, tras su muerte en 96, se le sometió a la damnatio memoriae , por lo que su nombre fue borrado excavando el granito del miliario.
Inscripción honoraria romana procedente de Mérida ( Badajoz , España) dedicada en honor del emperador Galieno , cuyo nombre ha sido borrado por instigación del usurpador Póstumo , cuando las provincias hispanas juraron lealtad al Imperio Gálico en 260.