Es por esto que Inglaterra ha tenido un rol clave en el desarrollo de este deporte, siendo considerados los inventores y promotores del fútbol.
Las oposiciones entre los dos equipos se organizaron regularmente hasta la década de 1980, cuando otras rivalidades la superaron en intensidad, como contra Argentina y Alemania, que tienen sus raíces en los partidos disputados en las principales competiciones internacionales.
Sin embargo, la FIFA no los considera partidos internacionales absolutos porque los equipos de Escocia estaban compuestos en su totalidad por jugadores escoceses afincados en Londres.
[18] El primer éxito de Inglaterra en la competencia llegó en 1888, el mismo año en que se formó la Football League, cuando ganó sus tres partidos, incluyendo una victoria por 5-0 como visitante contra Escocia.
Su potencial les llevaría a encadenar 20 partidos sin conocer la derrota hasta 1910, y serían los encargados de representar al Reino Unido en los Juegos Olímpicos.
De esta manera se convertía en la primera selección en revalidar el título olímpico, y en la máxima dominadora del fútbol mundial.
Sin embargo, el crecimiento de las demás selecciones se iba haciendo más notable, equiparándose al combinado inglés, en una época, donde el jugar los partidos en casa o fuera influía mucho.
El desvanecimiento inglés se vería además reforzado con su primera derrota fuera de las islas británicas, cuando visitó a la selección española en 1929.
Así lo demostraron al derrotar a la vigente campeona mundial de 1934, Italia, en un partido celebrado en noviembre del mismo año.
Tal fue la trascendencia del partido, que Benito Mussolini ofreció un Alfa Romeo y £150[n 6] a cada jugador si conseguían vencer el encuentro.
La alineación inglesa dejaría un récord que tardaría casi 7 décadas en ser igualado: hasta siete jugadores del mismo club defendieron aquel día a la selección.
Pese a ello, consiguió anotar 2 goles después de fallar un penalti, y Drake haría el 3-0 antes del descanso.
Stanley Matthews recordó más tarde: El oficial volvió con órdenes del embajador británico Nevile Henderson para su cumplimiento debido a la delicada situación entre ambas naciones que podría desencadenar en graves conflictos.
Durante este torneo, empataron con Bélgica 4-4, con Ivor Broadis convirtiéndose en el primer jugador inglés en marcar dos goles en un partido mundialista.
Posteriormente, en el partido de desempate con la Unión Soviética, fueron derrotados 1-0, quedando eliminados en la primera fase y finalizando en el puesto 11 del torneo.
En los cuartos de final, cayeron 3-1 ante Brasil, quedando eliminados en esta fase y finalizando octavos en la tabla del torneo.
Los polacos habían perdido su primer partido en Cardiff, pero Inglaterra se puso un gol por debajo en un tiro libre tras un error defensivo de Bobby Moore y del portero Peter Shilton.
La situación se agravó a los dos minutos del segundo tiempo, cuando Moore permitió que Włodzimierz Lubański le quitara el balón y pusiera el 2-0 en el marcador.
Inglaterra creó una oportunidad tras otra, pero no logró marcar, en gran parte debido a la actuación del portero polaco, Jan Tomaszewski.
Tras dos empates consecutivos por 0-0, Inglaterra quedó eliminada en dicha fase, ocupando el sexto lugar de la tabla general del torneo.
La última derrota ante los neerlandeses hizo que los ingleses se quedaran eliminados y sin posibilidades de acceder al mundial.
En los octavos de final, empataron ante su similar Argentina por 2-2, pero quedaron eliminados tras perder 4-3 por penales,en Saint-Étienne,[54] finalizando novenos en la tabla general.
Luego derrotó 2-1 a Gales y en su último partido iguala sin goles contra la debutante Eslovaquia, clasificándose así en el segundo puesto.
En Semifinales se enfrentaron a la sorprendente Croacia donde Allí no pudieron y fueron superados 2-1 en tiempo extra con goles de Ivan Perišić y Mario Mandžukić para los croatas mientras que Kieran Trippier descontaría para los ingleses desvaneciendo toda posibilidad de llegar a la final.
La selección inglesa mantiene también la rivalidad propia de equipos vecinos, acrecentada por ser además integrantes del mismo país, Reino Unido.
Dicha proximidad geográfica entre ambos países y algunos hechos ocurridos a lo largo de la historia provoca una gran rivalidad entre sí que se refleja por lo general en diversas competiciones deportivas.
Algunos de los más destacados futbolistas de la historia han pasado por la selección inglesa desde 1872: Gary Lineker, Stanley Matthews, Gordon Banks, Bobby Moore, Bobby Charlton, David Beckham, Michael Owen, Paul Ince, Steve McManaman, Rio Ferdinand, Paul Gascoigne, Ian Wright, Alan Shearer, Peter Shilton, Bobby Robson, Gary Neville, Paul Scholes, Glenn Hoddle, Teddy Sheringham, John Barnes, Billy Wright, Tony Adams, Wayne Rooney, Frank Lampard, Steven Gerrard o John Terry.
Sorprendente hecho, al ser Inglaterra la cuna del fútbol, pero la FA no lo consideró oportuno, encontrándose en la actualidad con una desventaja considerable frente a las demás grandes selecciones;[60],[61] y la de fútbol playa, existente también desde los primeros años del 2000, concretamente desde 2001, viendo la gran proyección que alcanzaba la modalidad.
Entre sus mayores logros, donde no ha conseguido alzar ningún título UEFA o FIFA hasta el momento, destacan dos subcampeonatos de la Eurocopa Femenina en las ediciones de 1984, primera edición del torneo donde perdió en los penaltis frente a Suecia tras quedar 1-1 en la final a doble partido, y en Finlandia 2009 donde perdió con Alemania por 2-6.
Al igual que ocurre con su homónima masculina, para disputar los Juegos Olímpicos se encuentra bajo la representación de la selección británica.