Es el segundo máximo goleador histórico de la liga italiana con 262 goles, solo superado por Silvio Piola.
Cuando tenía 7 años su padre falleció combatiendo en la Primera Guerra Mundial y tuvo que ser criado por la madre, vendedora de fruta en un mercadillo.
Desde pequeño mostró pasión por el fútbol pese a la oposición de su madre, llegando a jugar descalzo porque su madre le escondía el único par de zapatos que tenía.
No formó parte de un equipo hasta los 12 años, cuando la familia aceptó que ingresara en el Gloria F. C.[1] Seguía sin tener dinero para comprarse las botas reglamentarias, así que un admirador se las regaló.
Con 14 años el Milan le descartó a causa de su delgadez, pero sí fue aceptado en las categorías juveniles del Internazionale.
Su compañero Leopoldo Conti, reacio a que alguien tan joven llegara al plantel, le apodó «il Balilla» en referencia a los niños de la Ópera Nacional Balilla.
En su primer año, hizo 11 tantos en 33 partidos de la temporada 1927/28, y ya entonces se destacaba su habilidad para controlar el balón.
Una grave lesión hizo que Meazza no disputase un solo partido de la temporada 1939/40.
Acabó regresando al Inter de Milán en 1946/47 para retirarse en el club que le dio su primera oportunidad.
Es el segundo máximo goleador del equipo nacional italiano y su cifra solo ha sido superada en 1973 por Gigi Riva.