En ese mismo año, regresó a su club de origen, donde disputó seis temporadas consecutivas.
Pronto, en 1993, comenzó a jugar para el Tottenham Hotspur, y en 1997 pasaría al club en el que fue reconocido mundialmente: el Manchester United.
Ni bien empezó, consiguió la Premier League y la Community Shield de aquel año.
Dos años más tarde se volvería a coronar con los Red Devils en la Premier League y además conseguiría la FA Cup.
Pero sin duda su actuación más importante fue en la final de la Champions League 1998-99, cuando su equipo perdía 1-0 ante Bayern Múnich en el Camp Nou.