Gran guerra del Norte

Suecia, por su parte, no logró establecer una alianza militar sólida con ninguna potencia extranjera y las victorias aliadas predominaron en la segunda mitad del conflicto.

[3]​ Suecia había seguido una agresiva política exterior desde la consolidación de su independencia en el siglo XVI, enfrentándose con daneses y polacos.

[cita requerida] A finales del siglo XVII, el Zarato ruso era un país pobre y con muestras visibles de atraso.

Los diplomáticos daneses intentaron por primera vez una alianza con Pedro I durante el viaje que este realizó a la Europa Occidental en 1697.

Superando con creces al ejército defensivo de Livonia, el rey polaco avanzó nuevamente hacia Riga, provocando la retirada sueca.

La batalla duró hasta la noche, cuando Carlos XII dio la orden del cese al fuego y capitularon los últimos soldados rusos.

El mariscal sajón Adam Heinrich von Steinau se vio superado en número por los suecos de Carlos XII y ordenó la retirada en forma precipitada.

Tras esta batalla, Carlos XII apresuró la conquista de toda Curlandia, una posesión polaca, y acampó en Bauske, donde permanecería hasta agosto.

Carlos XII consideraba a Augusto II muy peligroso para los intereses de su patria y, aprovechando que este contaba con varios opositores en Polonia, planeó su derrocamiento.

Una vez que tuviera aseguradas las espaldas, proyectaba agredir a Rusia con todas sus fuerzas, pero mientras tanto las provincias orientales suecas habían sido descuidadas.

La estrategia siguiente de Carlos XII fue aplastar las regiones que aún se mantenían fieles al derrocado monarca Augusto II, empezando por la Pequeña Polonia.

Aunque tuvo presiones para anexarse Curlandia, el rey escandinavo rechazó esa posibilidad, en su deseo de presentarse ante la opinión pública polaca como un aliado, más que como un vencedor.

Carlos XII lo persiguió, pero solo llegó hasta Pinsk en abril, y regresó a occidente, con el objetivo de atacar Sajonia.

Sin embargo, Lewenhaupt no pudo resistir mucho tiempo los embates rusos, y en agosto tuvo que retirarse a Riga.

Los refuerzos se demoraban y ante la proximidad del otoño, Carlos XII prefirió encaminarse con sus tropas con dirección al sur, hacia la más cálida Ucrania.

Estanislao I de Polonia no envió los refuerzos prometidos al ejército sueco, pues necesitaba una importante fuerza militar para asegurar su posición en el trono.

Así, Carlos XII se quedó solo en Ucrania, bajo condiciones muy adversas y con un número de hombres cada vez más escaso.

Sin pensar en una retirada y llevado por la soberbia de sus victorias, fijó sus esperanzas en atraer a Pedro I e infligirle una decisiva derrota.

Establecido en Bender (actual Tighina, en Moldavia) como huésped de Ahmed III, el rey escandinavo intentó atraer a la guerra al sultán, un viejo enemigo del zar Pedro I.

Ahmed III consideró un avance hacia Moscú, pero tuvo que renunciar a ese plan por el estallido de un conflicto interno en su imperio.

En 1712 la presencia de Carlos XII comenzó a ser incómoda para el Imperio otomano, que deseaba una paz duradera con Polonia y Rusia.

En 1711 comenzó una nueva fase en la gran guerra del Norte, que desplazó el teatro de operaciones al Sacro Imperio Romano Germánico.

Mientras Hanóver declaraba la guerra a Suecia en octubre de 1715, Gran Bretaña se mantuvo neutral, pero siguió una política cada vez más hostil.

Esa situación fue aprovechada por Apraksin para ocupar rápidamente y sin oposición toda la costa sur finlandesa, una operación que concluyó en agosto.

La devastación y ocupación del país, así como los abusos contra la población civil por los rusos, son recordados en la historia finlandesa como «la gran rabia».

Georg Heinrich von Görtz, primer ministro del rey desde 1716, se encargó de entablar conversaciones diplomáticas con diferentes potencias europeas, incluidas las enemigas, que tenían como fin crear nuevas alianzas en la guerra.

En secreto, Görtz entabló vínculos diplomáticos con Jorge I de Gran Bretaña, vislumbrando ahí la vía más factible para crear una alianza.

Como segunda opción, Carlos XII se decidió a invadir Noruega, el territorio más débilmente defendido de Federico IV.

Tanto Prusia como Rusia formaron parte de una nueva pentarquía, que incluía también a Francia, Gran Bretaña y Austria.

El rey intentó fortalecer su posición sin mucho éxito y aunque logró colocar a su hijo como su sucesor, la oposición siguió en aumento.

Suecia (amarillo) y Dinamarca-Noruega (rojo) desde 1658. En verde los territorios recuperados por Dinamarca-Noruega con el Tratado de Copenhague .
Carlos XII de Suecia
Pedro I de Rusia
Federico IV de Dinamarca y Noruega
Augusto de Polonia y Sajonia
Mapa de la gran guerra del Norte, de 1700 a 1709
Asedio de Copenhague de 1700
Carlos XII desembarca en Selandia
Los rusos deponen armas y estandartes ante Carlos XII de Suecia, tras la batalla de Narva. Pintura de Gustaf Cederström , 1910.
Polonia en 1701
Retirada sajona en la batalla de Pultusk de 1703
La ciudad fortificada de Toruń
Johann Matthias von der Schulenburg, general prusiano al servicio de Sajonia. Óleo de Giovanni Antonio Guardi (1741).
Augusto II de Polonia, elector de Sajonia, intentó alcanzar la paz con Suecia en 1702, pero la exigencia sueca sobre su dimisión lo motivó a seguir combatiendo hasta 1706.
Estanislao Leszczynski, líder de la oposición contra Augusto II de Polonia. Con el apoyo de Suecia, fue coronado como Estanislao I en 1705.
Retrato de Carlos XII de Suecia en Altranstädt , por David von Krafft (1706)
Luis XIV de Francia intentó aliarse con Suecia en la guerra de Sucesión española
Adam Ludwig Lewenhaupt , comandante sueco famoso por sus victorias defensivas en el frente oriental
Pedro I dirigiendo el asedio de Nöteborg. Pintura de Alexander von Kotzebue (1846).
Estatua de Pedro I en San Petersburgo, fundador de la ciudad. La nueva capital de Rusia se construyó aceleradamente en plena guerra, sobre la fortaleza sueca de Nyenskans.
En la batalla de Lesnaya , Bielorrusia , el ejército sueco perdió un sinnúmero de hombres y provisiones, lo que haría imposible un avance sobre Moscú y sería el indicio del fracaso de la campaña de Rusia. Pintura de Jean-Marc Nattier , 1717.
Iván Mazepa, líder de los cosacos de Ucrania, concretó una alianza con Suecia en contra de Pedro I de Rusia
Pedro I de Rusia en la batalla de Poltava . Fragmento de un mosaico ruso de Mijaíl Lomonósov (1717).
Carlos XII de Suecia e Iván Mazepa después de la batalla de Poltava. Pintura de Gustaf Cederström.
Mapa de la gran guerra del Norte de 1709 a 1721
Grabado de Výborg cerca de 1700 por Erik Dahlbergh , en Suecia antiqua et hodierna . Con la caída de esta ciudad fortificada en 1710, Finlandia quedó abierta a los avances rusos.
Estatua de Magnus Stenbock en Helsingborg, ciudad donde venció sobre los daneses
Mapa de la guerra turco-rusa de 1711
Ahmed III del Imperio otomano
El tumulto de Bender, en 1713
Vista de la ciudad portuaria de Stralsund, la principal plaza fuerte sueca en Pomerania
Grabado de la batalla de Gadebusch
Jorge I de Gran Bretaña, elector de Hanóver
La batalla naval de Rilax, en 1714. Pintura de Maurice Baquoi
Castillo sueco de Olofsborg, en Savonlinna
Jorge I de Gran Bretaña sostuvo una postura un tanto ambivalente en la guerra. Como elector de Hanóver, formó parte de la alianza antisueca, y como rey de Gran Bretaña, se mantuvo neutral. Finalmente, se alió a Suecia y fue el fiel de la balanza que evitó el desastre total para este último país.
Georg Heinrich von Görtz, ministro plenipotenciario de Carlos XII, demostró ser un hábil diplomático que entabló contacto con varias naciones europeas para buscar nuevas alianzas en la guerra.
Dragón noruego
Peter Tordenskjold, almirante noruego al servicio de Federico IV de Dinamarca
El cadáver de Carlos XII es transportado a Suecia tras la fracasada invasión a Noruega. Pintura de Gustaf Cederström de 1884.
Ulrica Leonor de Suecia, reina de 1719 a 1720
Federico I de Suecia, rey desde 1720
Europa en 1721, tras la Gran Guerra del Norte, con los cambios territoriales estipulados en los tratados de Estocolmo (1719/1720), Frederikcksborg (1720) y Nystad (1721): Ganancias rusas (territorios bálticos, Ingria y Carelia) Ganancias danesas (parte de Schleswig) Ganancias de Hanóver (Ducado de Bremen-Verden) Ganancias prusianas (parte de Pomerania)
La batalla de Ledsund o de Grengam, en 1720, fue la última gran batalla de la gran guerra del Norte. Con la victoria rusa en ella, quedó marcado el fin de la supremacía sueca en el mar Báltico.
Iglesia de San Pantaleón, en San Petersburgo, conmemoración de las victorias navales rusas en los últimos años de la guerra.
Palacio de Fredensborg , obra barroca danesa que conmemora la paz de 1720