Guerra ruso-sueca (1788-1790)

Además, Dinamarca, presionada por un pacto militar con Rusia, decidió invadir territorio sueco en septiembre de 1788 en la llamada Guerra del Teatro.

Ante el peligro de ser atenazado en dos frentes, Gustavo III hizo un llamado al deber popular patriótico en Suecia.

Este llamado fue respondido con entusiasmo por considerables sectores de la población que decidieron alistarse como voluntarios en el conflicto contra los daneses.

Gustavo se erigió ante la opinión pública sueca como un gran patriota y padre de la resistencia civil.

Con esa ley, el rey incrementó su poder aún más y otorgó privilegios a sus aliados políticos en detrimento de la nobleza.