El Tratado de Stolbovo fue un tratado de paz firmado en 1617 por el Zarato ruso y Suecia, en virtud del cual se ponía fin a la guerra de Ingria, que enfrentaba a ambas naciones desde hacía siete años.
[2] No obstante, y a pesar de las diferentes vicisitudes surgidas, el tratado fue firmado y saludado satisfactoriamente por ambas partes, quedando como muestra de ello las declaraciones del monarca Gustavo II Adolfo de Suecia, quien vio en el acuerdo un «gran triunfo».
Sin embargo, retuvo los estratégicos territorios que había adquirido a lo largo de la costa del golfo de Finlandia, como eran Korela, Ivángorod, Yam, Koporie y Oréshek, así como también logró acabar con las pretensiones rusas sobre las provincias de Livonia y Estonia.
Con estos arreglos territoriales, Rusia quedó totalmente desposeída de una salida al mar Báltico.
Puede decirse que ambas comunidades políticas quedaron satisfechas con los dispuesto en el tratado, pues Rusia estimaba como un mal menor la entrega de unos cuantos territorios y plazas fuertes a cambio de la importante ciudad de Nóvgorod y del reconocimiento del zar Miguel I, mientras que Suecia se conformaba con alejar de las inmediaciones del mar Báltico al país vecino y con el restablecimiento de las fronteras naturales.