Curlandia (del letón: Kurzeme) es una región histórica que constituye, en la actualidad, la parte oeste de Letonia.
Situada en el golfo de Riga, a orillas del mar Báltico, ocupa 26 000 km² aproximadamente.
En 1048 los daneses erigieron en la zona una iglesia cristiana, y en 1158 se asentaron comerciantes germanos.
En 1234, se fundó un obispado que pronto fue incorporado a Lituania, el estado de los Caballeros Teutónicos.
La colonia, conocida como Nueva Curlandia, fue abandonada finalmente debido a los problemas vividos en la metrópoli, por lo que desde entonces su dominio se consideró ligado al de la vecina isla de Trinidad.