Hasta el siglo XIX la zona estaba habitada por lapones que hablaban su propia lengua el Kemi Sami.
La carta fue en reconocimiento por haber sido el centro del comercio con Laponia durante el siglo XVI.
A pesar del activo comercio marítimo y con Laponia, el número de habitantes se mantuvo estable durante siglos superando ligeramente las 500 personas.
Durante el siglo XVIII Tornio fue visitada por varias expediciones de Europa Central que exploraban el Ártico.
El comercio con Laponia del que dependía la prosperidad de Tornio empezó a declinar hacia el siglo XVIII y su puerto se trasladó hacia el sur en dos ocasiones debido al elevamiento de tierras producido por la era posglacial, que hizo al río no suficientemente profundo para la navegación.
Durante la Primera Guerra Mundial por Tornio y Haparanda pasaba la única línea de ferrocarril que unía Rusia con sus aliados occidentales.