Este tratado fue una pequeña secuela al Tratado de Roskilde, el cual declaró las fronteras oficiales de Dinamarca, Suecia y Noruega, límites que son casi exactos a los actuales.
Así, en el verano de 1658, ataca nuevamente Copenhague utilizando sus tropas con base en Selandia, tras el primer asedio de la ciudad.
Pero la ciudad resiste, mientras los navíos holandeses la defienden contra la flota sueca y se dirigen a proteger Copenhague.
Además, en Jutlandia, los daneses se recobran y persiguen a la armada sueca.
Histoire générale de la diplomatie européenne, Histoire de la diplomatie slave et scandinave, [1856], E. Dentu Libraire-Éditeur, 424 pages (disponible gallica.bnf.fr en línea)