[13][14][15][16][9] La tensión entre las dos naciones auguraba una reanudación de las hostilidades entre ambas tan pronto como se presentase un pretexto que la permitiese; este terminó siendo la guerra con Rusia y el levantamiento cosaco.[24] Consideraba que el ejército debía costearse con los ingresos de las tierras reales, no con impuestos, pero aquellos eran insuficientes pues los sucesos reyes los utilizaban para granjearse partidarios, enajenándolas a menudo vitaliciamente.[45] Curlandia, autónoma en la Confederación polaco-lituana, representaba en torno al 4,4 % del comercio entre Ámsterdam y el Báltico.[29][48] Pese a su coste, eran buenas tropas, veteranas del conflicto alemán, y contaban de excelente artillería.[18][93] Por el camino solamente encontró una ligera resistencia, porque Polonia tenía la casi totalidad de sus fuerzas militares luchando contra los cosacos.[52][98][99] Las condiciones eran menos favorables a los lituanos y más parecidas al borrador original que había propuesto Suecia en la primera negociación.[118] Sin embargo, la apariencia era engañosa: muchos nobles, incluso adversarios o críticos de Juan Casimiro, no se habían sometido a la nueva autoridad sueca que, además iba a tener dificultades para controlar un país vasto con un ejército de apenas treinta y seis mil soldados.[84][86][122] La operación duró un mes[nota 9] pero fracasó: un grupo de monjes del monasterio consiguió contraatacar, apoyado por campesinos.[86][130] Además, las autoridades suecas no eran capaces de controlar a los soldados, que se comportaban en el Gran Ducado como en tierra conquistada.[132] Radziwiłł falleció en diciembre de 1655, cercado en Tykocin por las tropas lituanas aún fieles a Juan Casimiro,[117] pero para entonces su posición se había debilitado notablemente por las maniobras suecas que, socavando a la familia, habían tratado de granjearse un apoyo más amplio entre la aristocracia lituana.[125] Gran parte del país seguía ocupado, lo que dificultaba la recaudación de impuestos, necesaria para pagar a las tropas.[68] Los vecinos Habsburgo austriacos, católicos y poco amigos de Suecia, parecían los más dispuestos a aportar los ansiados infantes, pero se encontraban en una posición complicada en el Imperio.[105] El mando efectivo lo obtuvieron Esteban Czarniecki[137] y Lubomirski, si bien oficialmente seguía correspondiendo a los cuatro atamanes estatales.[86] Se refugió al comienzo en la Prusia Real, que defendían varios miles de hombres, algunos reclutados por las Cortes del territorio.[125] Abandonó el grueso de la Confederación para centrarse en conservar lo que eran las tradicionales metas suecas: la Prusia Real y Livonia.[125][161][162][nota 15] Las guarniciones de Brandeburgo en Prusia Real fueron retiradas y cuando en marzo Mariemburgo se rindió,[119] Danzig quedó como la única ciudad que escapaba todavía al control sueco.[127] Las tropas polacas recobraron todo el sur de Polonia salvo Cracovia entre mayo y junio.[167][173][165][142] La gran victoria tuvo, empero, escasa[173] trascendencia ya que Federico Guillermo decidió no proseguir la campaña y sus ocho mil quinientos soldados suponían casi la mitad del ejército conjunto.[183] La principal guarnición sueca en Estonia era la de Revel, que apenas contaba con ciento cuarenta y dos soldados.[183] Dorpat, con unas defensas en mucho peor estado y con una dotación asaz menor, acabó rindiéndose el 22 de octubre.[192][184] Mientras, Juan Casimiro recuperó Łęczyca por asalto el 4 de octubre y seguidamente se dirigió a la Prusia Real.[211] Los polacos, por su parte, evitaron en todo momento dar batalla, sin dejar por ello de hostigar continuamente al enemigo.Alejo evitó choques importantes con los suecos durante todo 1657, si bien reforzó los ejércitos que tenía desplegados en Livonia.[225][31][240] Atravesó Pomerania and Mecklemburgoen un par de semanas al frente de nueve mil quinientos jinetes y dos mil ochocientos infantes y en Holstein,[240][nota 22] dividió sus fuerzas en dos: una parte del ejército siguió a Carl Gustaf Wrangel, que siguió avanzando hacia el oeste para socorrer Bremen-Verden[229] y otra quedó a cargo del rey, que se internó en Jutlandia.[243] Por ello, Carlos Gustavo optó por reanudar las operaciones contra Dinamarca en vez de enfrentarse a austriacos y polacos.[269] Los holandeses deseaban prolongar hasta cierto punto los apuros daneses para obtener de estos algún puerto en la región como compensación por su auxilio.[292] Francia se opuso al acuerdo anglo-holandés de julio que pretendió imponer la paz por la fuerza en dos semanas.[295] Por su parte, los Habsburgo habían perdido interés por campear en Pomerania tras la firma de la paz franco-española, no tenían interés en conquistar la región para beneficio del elector de Brandeburgo y se veían cada vez amenazados por una nueva invasión otomana como para proseguir con ardor la lucha en el norte europeo.Dinamarca, por el contrario, no estaba dispuesta a firmar la paz, dados sus recientes victorias y la debilidad sueca.Los Países Bajos primero levantaron el bloqueo al que habían sometido la zona, pero posteriormente se avinieron a reanudar la colaboración con Dinamarca.
El Tratado de Kėdainiai, que legalizó la unión de Lituania a la Corona sueca.
Ocupación de Polonia-Lituania por suecos y rusos en 1655.
Asedio sueco de Jasna Góras 1655. Pintura al óleo, 17. Jh. Malarnia Jasnogórska, de Jasna Góra, Sala Rycerska
Batalla de Varsovia (1656), obra de Johann Philipp Lemke (1631-1711)). La victoria sueco-brandeburguesa obligó a Juan Casimiro a retirarse temporalmente a Lublin.
El zar
Alejo I de Rusia
pasa revista a sus tropas (Historiengemälde de Nikolai Swertschkow 1864)
El ejército sueco sobre el
Gran Belt
congelado, camino de la capital enemiga,
Copenhague
. La marcha invernal sorprendió completamente a los daneses, que hubieron de aceptar en duro
Tratado de Roskilde
.
Dinamarca y la Suecia engrandecida por la
Paz de Westfalia
de 1648:
Suecia antes del tratado
Halland, administrada por Suecia durante treinta años según lo dispuesto en el Tratado de Brosembro (1645)
Acquisiciones suecas de los tratados de Westfalia: Verden y Bremen, Wismar y la Pomerania occidental.
Dinamarca-Noruega
El fallido asalto sueco a Copenhague de 1659, en un cuadro decimonónico (1887) de
Frederik Christian Lund
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