Por orden del rey, fue enviado como funcionario público a las provincias bálticas, donde también cumplió una función militar.
Para defender su postura, se enfrentó a la facción pacifista, que se inclinaba hacia el desarrollo de la economía en un ambiente de neutralidad.
La burocracia se fortaleció y los gastos del erario resultaron excesivos.
Magnus Gabriel De la Gardie es también conocido por su amor a la cultura.
Apasionado por la historia de su país, hizo construir un colegio que se dedicara a la preservación, estudio y difusión de la riqueza histórica sueca.