Residuos sólidos urbanos en España

Se consideran también residuos domésticos los similares a los anteriores generados en servicios e industrias.Los plásticos que son botellas, bolsas, embalajes, platos, vasos y cubiertos desechables.También son catalogados como residuos domésticos los que no son identificados como peligrosos y que por su naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.1 Sin embargo, la mayoría de los residuos sólidos urbanos que genera una sociedad, es la basura doméstica.Ésta está compuesta por materia orgánica, que son los restos procedentes de la limpieza o la preparación de los alimentos junto a la comida que sobra.Los plásticos que son botellas, bolsas, embalajes, platos, vasos y cubiertos desechables.Por lo tanto, la generación de residuos urbanos contemplada desde todas las perspectivas está experimentando un crecimiento extremadamente alto en el país español.La humedad se encuentra presente en los residuos urbanos en un porcentaje aproximado del 40 % en peso; si bien es cierto que puede oscilar en torno al 25 % y el 60 %.La densidad puede variar dependiendo del grado de compactación al que se encuentran sometidos los residuos.De hecho, en los hogares, estos valores suelen ser ostensiblemente superiores debido a los espacios no utilizados del recipiente que contiene la basura.Probablemente sean el poder calorífico y el porcentaje de cenizas producidas las características químicas que mayor importancia revisten, ya que son esenciales en los procesos de recuperación energética.Arsénico, cadmio, mercurio, antimonio, disolventes clorados, elementos con características de inflamabilidad, corrosividad, reactividad, ecotoxicidad, toxicidad o cualidades cancerígenas, mutagénicas o teratológicas, suelen estar presentes en los residuos urbanos, normalmente procedentes de actividades industriales y hospitalarias.También es un factor relevante el respeto al horario establecido por las ordenanzas municipales para llevar los residuos desde los lugares de producción hasta los puntos de prerrecogida (en cuanto a los contenedores no soterrados), para evitar los malos olores y la contaminación visual.Por lo tanto, los componentes de los residuos podrán ser transformados con la finalidad de obtener nuevos productos con otras aplicaciones (compostaje y biometanización), valorizados energéticamente con el único propósito de convertirlos en combustible con el que poder generar energía (gasificación, hidrogenación, pirólisis, oxidación y, en algunos casos, la incineración) o eliminados.El empleo de vertederos clandestinos, que son lugares en donde se acumulan residuos sin ningún tipo de control, fue el primer método adoptado por el ser humano para eliminar los residuos, por ser simple y barato.En la actualidad, los vertederos catalogados como incontrolados, son sellados y clausurados llevándose a cabo las correspondientes medidas de saneamiento, aprovechándolos posteriormente para usos variados, o simplemente para su integración paisajística.Esta clase de vertederos se van empleando cada vez más en la actualidad.Este método de eliminación de residuos, que se comenzó a emplear en las últimas décadas del siglo XIX en Inglaterra, consiste en un proceso de combustión térmica controlada que desencadena una oxidación del carbono y del hidrógeno presente en la materia orgánica que constituye los residuos, obteniéndose como productos cenizas, dióxido de carbono y agua, además de dioxinas y furanos (contaminantes del aire altamente tóxicos) en el caso de que entre los residuos se hallen plásticos que contengan PVC.Con la incineración se consigue reducir en un 90 % el volumen y en un 30 % el peso de la basura, en poco tiempo.Durante el proceso de combustión que se realiza en las plantas incineradoras se liberan grandes cantidades de energía, la cual puede llegar a ser aprovechada para generar energía eléctrica.Para que la biometanización se pueda producir, se requiere de unas estructuras selladas que permitan mantener bajo control determinados parámetros como el pH, la presión o la temperatura durante la fermentación, llamadas biodigestores.Además, las mujeres embarazadas son más propensas a sufrir abortos y la producción de espermatozoides en los hombres, se puede ver profundamente mermada.[10]​ Aunque no está científicamente comprobado, algunos facultativos piensan que el plomo es potencialmente carcinogénico, puesto que personas con una alta exposición a este compuesto han desarrollado tumores en los riñones e incluso, tumores cerebrales.[11]​ Si por diversos motivos el mercurio penetra en el organismo humano, se debe de tener en cuenta que es una neurotoxina extremadamente potente, que atacará al sistema nervioso central.[12]​ En ausencia de tratamiento la vida media del mercurio en el cerebro humano se aproxima a los 27,4 años.[11]​ Cuando los lixiviados que contienen mercurio alcanzan el mar, este compuesto se dispersa y los seres vivos acuáticos lo ingieren de tal manera que queda acumulado en su organismo.De esta manera, cuando estas especies son capturadas y se comercializan, los consumidores, sin darse cuenta, están introduciendo considerables cantidades de mercurio al comerse ese pescado que habían adquirido debido a la presencia de mercurio en peces, induciendo un envenenamiento por mercurio.Es preciso diseñar el producto de manera que se facilite su reutilización y reciclaje.Desarrollo de campañas educativas y formativas orientadas a fomentar la minimización.A continuación se muestran los principales tipos de instrumentos existentes:[18]​
Representación gráfica de la cantidad media de cada componente de los residuos urbanos en España.
Los residuos se compactan en los contenedores como consecuencia del peso que ejercen las bolsas de basura de la superficie sobre las que se encuentran en el fondo.
Camión recolector compresor en la provincia española de Almería.
Interior de un horno incinerador en funcionamiento.
Representación gráfica de la gestión de los residuos urbanos en España en el año 2007.
Cuando los residuos urbanos se acumulan de forma incontrolada, se corre el peligro de que aparezcan una serie de plagas, como pueden ser los roedores .