[2] El sustrato carbonoso de origen y el agente gasificante son los parámetros que determinan el mayor o menor contenido en energía (poder calorífico) del gas.
[3] Históricamente la gasificación ha sido llevada a cabo con aire, proceso que produce un gas pobre con poder calorífico muy bajo.
El contenido energético del gas producto de la gasificación puede aumentar si se utilizan otros agentes gasificantes en lugar de aire, debido a que se evita la dilución por nitrógeno.
En un gasificador, el material carbonoso se somete a varios procesos diferentes: En resumen, se introduce una cantidad limitada de oxígeno o aire en el reactor para permitir que parte del material orgánico se oxide para producir dióxido de carbono y energía, lo que impulsa una segunda reacción que convierte más material orgánico en hidrógeno y dióxido de carbono adicional.
Esta tercera reacción ocurre más abundantemente en reactores que aumentan el tiempo de residencia de los gases reactivos y materiales orgánicos, así como el calor y la presión.