[1] Fujimori y sus mandos militares habían planeado un golpe durante sus dos años anteriores en el cargo.
[15] Esta práctica de relaciones públicas creó dos arquetipos en la población: el político independiente de Fujimori, visto como «pragmático, enemigo del terrorismo comunista y honesto»; y su oposición, el político tradicional, como «corrupto-comunista».
[10] Además, múltiples tabloides de la prensa chicha fueron cooptados para la propaganda, y Montesinos ejercía un control editorial directo sobre nueve periódicos.
[21] La imagen de Fujimori como «perseguido político» en los años 2000 permitió que sus simpatizantes calificaran a sus detractores (las instituciones judiciales, el personal político que reemplaza a los fujimoristas, las ONG de derechos humanos) como «caviares» (antes, «cívicos»).
[37] Raffo solo tuvo una participación menor: organizar el mitin final para favorecer la imagen de la líder del partido.
[40][41] Según Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht, Repsol habría estado interesado en financiar la campaña para evitar que Ollanta Humala ganara las elecciones presidenciales.
[46] En las redes sociales se recurre al concepto de «fujitroll» para referirse a aquellos que buscan manifestar su apoyo incondicional.
[48] En 2021, Alberto Fujimori publicó El intruso, que actualizó la visión del expresidente sobre la política peruana.
[62] Pero eso no es todo, pues Fujimori recurrió a la astucia política durante sus apariciones públicas, representada simbólicamente como «la yuca».
[65] Según La Tercera, manejó a su antojo los rumores sobre su lugar de nacimiento, su doble nacionalidad, su relación con Montesinos y la represión del Estado.
[70] Desde que Fujimori se postuló como candidato a las elecciones presidenciales de 1990, se recurrió a la imagen de un líder que abandonaba la cúspide del partido político para hablar directamente con las masas y recibir su apoyo.
Alberto Fujimori emergió con una campaña austera y un eslogan efectivo,[71] con los que buscaba identificarse como un peruano más.
[79] Además, negó públicamente que fuera un dictador por haber sido elegido en las elecciones de aquel año.
[79] Según el Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo, las personas que alcanzaron la adolescencia en los años 1990 sin una formación académica solo conocen a Fujimori como político relevante.
Si Fujimori no resulta elegido y el siguiente gobierno fracasa, es probable que los jóvenes lo recuerden como un mito.
[95] The New York Times escribió que su movimiento político se creó «para ayudar a blanquear» el legado de su padre Alberto.
[48] Radio Francia Internacional afirmó que los seguidores del expresidente calificaron de «enemigos» a quienes «se han inventado» los cargos criminales.
[102][103][104] En las elecciones de 2021, el analista Fernando Tuesta declaró al diario La Tercera que Keiko Fujimori fue una candidata constante.
Tuesta describió cómo Keiko se distanció de Alberto Fujimori en alguna ocasión, pero regresó para acercarse a él y reivindicar su legado.
[48] Cuando Alberto Fujimori salió de prisión, el portal La Encerrona señaló que su presencia fue importante para la nueva etapa del fujimorismo.
El Centro Wiñaq sostuvo que este fenómeno hizo disminuir la preferencia por la izquierda peruana en las elecciones de 1995 y 2001.
[120] Mientras persistió dicha táctica en el siglo XXI, los medios de comunicación peruanos la emplearon junto con las noticias falsas para apoyar a Keiko Fujimori.
[121] No fue hasta 2023 cuando el Congreso, que había concentrado su poder político, consiguió destituir constitucionalmente a Pedro Castillo.
La imagen pública de Fujimori se elaboró meticulosamente para presentarlo como un outsider político.
[21] Fujimori justificó las acciones de su gobierno diciendo que utilizaría una democracia «directa» para proteger a los peruanos.
El político Juan Sheput consideró un «exceso» destacar la operación como un acontecimiento decisivo para la economía nacional.
Por su parte, Víctor Andrés García Belaúnde opinó que no existe ninguna relación entre la ejecución del operativo que liberó a los rehenes secuestrados en la Embajada de Japón y la aceptación de Perú como miembro del foro.
[138] Esa misiva fue nuevamente compartida por congresistas fujimoristas en 2024, coincidiendo con la semana de líderes del foro.
[135] A esto, las bases del movimiento político colaboraron en la inauguración de colegios y postas, sin importar si estuvieran correctamente acabadas.
El psicoanalista Jorge Bruce afirmó que su objetivo son los vecinos «marginados del crecimiento y la prosperidad económica».