Sus conquistas más notables fueron Babilonia, en el sur, y amplias zonas del Levante.
Bajo la dinastía sargónida, que gobernó desde el 722 a. C. hasta la caída del imperio, Asiria alcanzó su cúspide.
Las técnicas adoptadas por primera vez por el ejército neoasirio se utilizarían en las guerras posteriores durante milenios.
[22] Asiria fue originalmente un reino acadio que evolucionó en los siglos XXV a XXIV a. C. Los primeros reyes asirios como Tudia eran gobernantes relativamente menores, y después de la fundación del imperio acadio, que duró desde 2334 a. C. hasta 2154 a. C., quedaron sometidos a Sargón I de Acad, que reunió bajo su autoridad a todos los pueblos acadios y sumerios de Mesopotamia (incluidos los asirios).
Asiria cayó bajo el control del caudillo amorreo Shamshiadad I (alrededor de 1809 a 1776 a. C.), que fundó una dinastía; soberano activo y político astuto, colocó a sus hijos como señores títeres de Mari y Ekallatm.
Asiria resistió mejor estos cambios que rivales potenciales como Egipto, Babilonia, Elam, Frigia, Urartu, Persia y Media.
Adad-nirari II y sus sucesores emprendían campañas anuales con un ejército excepcionalmente bien organizado.
[24] Asurnasirpal II también hizo campaña en los Montes Zagros, en el Irán moderno, sofocando una revuelta de los lullubi y gutis.
Veintisiete ciudades, incluyendo Assur, Arbela, Arrapkha y otros lugares se unieron al pretendiente.
Estos sucesos impidieron que continuase la expansión asiria durante el reinado de Shamshi-Adad V. Adad-nirari III era un niño cuando sucedió a su padre en 811 a. C., y durante cinco años, hasta 806 a. C., su madre, la reina Sammuramat (también llamada Semíramis) gobernó como regente.
Salmanasar IV (783-73 a. C.) parece haber ejercido poca autoridad, y el crédito de una victoria sobre Argishti I, rey de Urartu en Til Barsip, se concedió a un general (turtanu) llamado Shamshi-ilu que ni siquiera se molesta en mencionar a su rey.
Ashur-dan III ascendió al trono en 772 a. C. Demostró ser un gobernante fundamentalmente ineficaz, acuciado por rebeliones internas en las ciudades de Ashur, Arrapha y Guzana.
Las provincias conquistadas se organizaron mediante una compleja administración que encabezaba el rey; cada distrito pagaba un tributo fijo y proporcioba un contingente militar.
[34] Salmanasar V murió repentinamente en 722 a. C., mientras sitiaba a Samaria, y se apoderó del trono Sargón II, el turtanu (general en jefe del ejército, que las fuentes judías aparece como «tartan»), que luego tomó Samaria rápidamente, destruyendo así el Reino de Israel y del que se llevó al cautiverio a veintisiete mil personas, la diáspora israelita.
Urartu sufrió una aplastante derrota: su capital fue saqueada y su rey Rusa se suicidó, avergonzado.
También los estados neohititas del norte de Siria fueron conquistados, así como Cilicia y Comagene.
[41] El relato de Senaquerib afirma que Judá le pagó tributo y se fue.
[43] Los asirios regresaron al año siguiente a Babilonia y saquearon los dioses de Uruk.
Lo mantuvo con la ayuda de sus aliados elamitas durante cuatro años hasta el 689 a. C., cuando los asirios volvieron a tomar la ciudad.
Una nueva campaña fue lanzada por Asarhaddón en 669 a. C. Sin embargo, se enfermó en el camino y murió.
Su hijo mayor Shamash-shum-ukin se convirtió en rey de Babilonia y otro hijo suyo, Asurbanipal, se convirtió en rey de Asiria, con Asurbanipal ocupando el puesto superior y Babilonia sujeta a Nínive.
Esta rebelión duró hasta 648 a. C., cuando Babilonia fue saqueada, y Shamash-shum-ukin prendió fuego al palacio, matándose a sí mismo.
Asiria, por lo tanto, estaba mal preparada para enfrentar las renovadas hordas de escitas que ahora comenzaron a hostigar las fronteras al norte y noreste.
[60] Aunque ambas se escribían con escritura cuneiforme, los signos son muy diferentes y pueden distinguirse con relativa facilidad.
En el apogeo del Imperio neoasirio, se escribieron documentos en cuneiforme en tierras que hoy forman parte de países como Israel, Líbano, Turquía, Siria, Jordania e Irán, que no habían producido ningún escrito en cuneiforme durante siglos, y en algunos casos nunca antes.
[63] El babilonio estándar era una versión altamente codificada del babilonio antiguo, utilizada alrededor del año 1500 a. C., y se le empleaba como lengua de alta cultura, en casi todos los documentos académicos, así como en la literatura y la poesía.
[64][63] La cultura de la élite neoasiria estaba fuertemente influenciada por Babilonia en el sur; de forma similar a como la civilización griega fue respetada en la antigua Roma e influyó en ella, los asirios tenían mucho respeto por Babilonia y su antigua cultura.
La mayor diferencia es que los reyes neoasirios no impusieron en ningún momento su religión o su lengua a los pueblos extranjeros que conquistaron fuera de la zona central asiria; no hubo templos significativos dedicados a la deidad nacional asiria, Assur, fuera del norte de Mesopotamia, y la lengua neoasiria, si bien servía como lengua oficial en el sentido de que era hablada por los gobernadores provinciales, no fue impuesta a los pueblos conquistados.
[27] Los gobernantes, la realeza y las élites fueron entrenados para hablar tanto en arameo como en acadio hasta que, en el siglo VII a. C., la clase dominante era completamente bilingüe.
La provincia en sí misma era administrada por el gobernador provincial, que también tenía deberes militaristas, como reunir e informar inteligencia militar, o liderar ejércitos asirios en la batalla.