En 1103 los selyúcidas estaban sumidos en la guerra civil entre el sultán Barkyaruq y su hermano Muhammad, que pretendía obtener un feudo para sí y dividir el sultanato, ambición atizada por su tío Sanjar, que gracias al conflicto fraterno se mantenía independiente.
Si la conquistaba, esta plaza le franquearía el acceso a la región de Mosul y se abriría una ruta hasta Bagdad para los cruzados.
Al mismo tiempo, el atabeg Jekermish de Mosul estaba enzarzado en un conflicto con otro señor musulmán, Il Ghazi ibn Ortoq.
[4] Ali ibn al-Athir afirma que el enfrentamiento principal se libró a doce kilómetros de Harrán.
[3] Durante la batalla, Sokman apresó a Balduino y a Joscelino cuando sus caballos quedaron atascados al intentar atravesar el río Balij, situado entre el campo de batalla y Harrán.
Los cruzados aislados que consiguieron atravesar este río fueron a menudo asesinados por la población local, que había recibido noticia de la victoria musulmana y había salido a darlos caza.
[3] Balduino acabó por cambiar de carcelero durante su cautiverio: fue raptado por Jikirmish para compensar el escaso botín que este había arrebatado a los latinos.
[3] Guillermo de Tiro escribió que no hubo ninguna batalla más desastrosa.
A pesar de que Antioquía se recuperó de la derrota al año siguiente, el emperador bizantino Alejo I Comneno impuso el Tratado de Devol a Bohemundo, que hubiese hecho al principado vasallo imperial si Tancredo no se hubiera resistido a ello.