En 1096, Tancredo participó junto a su tío Bohemundo en la Primera Cruzada.
En Constantinopla, los líderes cruzados fueron presionados por Alejo I Comneno a que le prometieran ceder al Imperio bizantino las tierras que conquistaran a los musulmanes.
A partir de este momento Tancredo no confió en los bizantinos.
Pero a la mañana siguiente no pudo evitar que los cruzados masacraran a los refugiados en el templo, musulmanes y judíos, hombres y mujeres.
Rechazó cumplir el Tratado de Devol, por el cual Bohemundo juró vasallaje a Alejo Comneno, y por varias décadas el Principado de Antioquía se mantuvo independiente del Imperio Bizantino.