Cuando su padre murió lejos de Antioquía, Bohemundo II aún era un niño, que vivía en Apulia, por eso su primo Tancredo de Galilea asumió la regencia del principado hasta morir en 1112.
Según el historiador Mateo de Edesa el Rey también le había prometido la corona de Jerusalén, pero esto puede ser una confusión del cronista entre las hermanas Alicia y Melisenda, que se casó con Fulco V Anjou en la misma época y heredó el reino.
También atacó Shaizar, en Siria, donde había entrado en batalla y huido según el cronista árabe Usamah ibn Munqidh.
Ambos nobles cruzados atacaron Alepo individualmente, pero rechazaron aliarse para montar un cerco a la ciudad.
El mismo año Balduino II se dirigió al norte para mediar la disputa entre sus vasallos y Joscelino abandonó sus pretensiones sobre Antioquía.
Al mismo tiempo el atabeg Zengi consolidó su poder sobre Alepo y Mosul, desde entonces los cruzados no tendrían nunca más la oportunidad de imponer su autoridad sobre estas ciudades musulmanas.
Bohemundo murió en la batalla, su cabeza rubia fue embalsamada, colocada en una caja de plata y enviada como presente al califa.