Deportaciones (Imperio neoasirio)

Con ello se lograba el control sobre una población vasta y variada, debilitando el lugar de origen del que se deportaba a la gente, dándole una nueva estructura imperial e integrando, en cierto modo, a la gente deportada en la cultura asiria en su nuevo lugar de asentamiento.

Por ejemplo, se podía trasladar a una población para difundir las técnicas agrícolas o desarrollar nuevas tierras.

En 1979, Bustenay Oded estimó que Asiria habría desplazado a unos 4,4 millones de personas (± 900.000 habitantes) en 250 años.

Los asirios comenzaron a utilizar la deportación masiva como castigo por rebeliones ya en el siglo XIII a. C.[3]​ y se generaliza en el imperio neoasirio.

Grandes grupos de población fueron trasladados sistemáticamente entre distintas regiones del imperio para reforzar su unidad política o reprimir posibles rebeliones.

Los administradores imperiales planificaron los traslados de población teniendo en cuenta consideraciones políticas, económicas y culturales.

[4]​ En otros casos, Asiria deportó a personas de los territorios recién conquistados al área central del reino.

[6]​[7]​ Se utilizaban animales de carga, así como cofres y embarcaciones para transportar los suministros necesarios para el reasentamiento.

Deportación de personas de Babilonia después de que su ciudad cayera en manos de Tiglatpileser III. Relieve del palacio central de Nimrud. (728 a. C.) British Museum
Los judíos fueron uno de los muchos pueblos deportados por los asirios