Nabonido

Nabonido mostró especial interés por el dios lunar Sin y su templo en Harrán, del que su madre —llamada Adad Adagupi— era sacerdotisa.

Sin embargo, nuevas interpretaciones han puesto en duda esta concepción en los últimos años.

Sin embargo, Babilonia poseía un elevado estatus económico, simbólico e ideológico, y difícilmente un rey pudiera dejarla a merced del invasor.

Otra posible explicación señala que, al instalarse en Taima, Nabonido podía dominar algunas rutas de comercio de la península arábiga, que así pasaban por primera vez a ser controladas por una potencia mesopotámica.

[9]​ Durante su estadía, Nabonido edificó en Taima un complejo palaciego, la mayor parte del cual ha sido explorado por excavaciones recientes.

Cilindro de Nabonido que trata sobre las reparaciones del templo de Sin , Museo Británico .
Crónicas de Nabonido