El palacio tendría su origen en época visigoda, cuyo vestigios se encuentran bajo el Salón del Tinell.
El palacio se extendía desde la catedral románica a la actual plaza de San Ivo.
Este palacio románico permaneció cerca de dos siglos sin sufrir ninguna reforma importante.
La adquisición permitió ampliar el complejo palatino y añadir nuevas estancias regias al constreñido palacio románico.
En esa época, el palacio también tenía un extenso jardín, llamado "hort Comtal" (huerto Condal), situado a este de las murallas romanas.
Emprendió nuevas reformas en las plantas altas edificando unas pequeñas estancias llamadas "palauet de Bellvís" (palacete del belvedere).
El patio interior de entrada al palacio fue transformado en un jardín, que se conocería como "el verger" (el vergel) y se plantaron acerolos, mirto, jazmín y albahaca, además de varios árboles frutales.
Al patio también se añadió un pórtico desde el que el rey podía contemplar su nuevo jardín.
[8] Bajo el reinado de Carlos I, en 1542, la Real Audiencia ocupó también el Salón del Tinell, que fue dividido en por varios tabiques.
En su planta baja tiene cuatro grandes arcos carpaneles sobre pilares que sostienen una galería de tipo toscano con arcos de medio punto la escalera hacia el piso superior está dispuesta como en los palacios italianos.
La disolución del aparato político catalán por la victoria militar borbónica, hizo que la Real Audiencia se trasladara en el Palau de la Generalitat.
Las monjas clarisas se reinstalaron en su convento (solo en los espacios aledaños al Salón del Tinell/iglesia de Santa Clara) en 1855, aunque lo tuvieron que abandonar una vez más en 1869 y definitivamente en 1936.
Durante la Guerra Civil, el convento fue confiscado por la Generalidad y entonces se descubrió la original sala gótica, tapada por un piso añadido.
[14] Todo el conjunto adquirió entonces una cierta unidad estilística basada en el gótico catalán.Se compone básicamente de tres edificios: