Pablo Morillo

A continuación, estuvo presente en el bombardeo de Cádiz por los ingleses.

Allí, una vez más, sobresalió por su valentía y llamó la atención del general en jefe, Francisco Javier Castaños, que desde entonces se convirtió en su mentor.

En Almaraz, el 18 de diciembre derrotó a ciento cincuenta caballos enemigos.

Destinado con esta misma fuerza en 22 de dicho mes al puente del Conde y acometido allí por tropas superiores, las repelió.

Repetidas veces desde el principio de la campaña solicitó siempre los puestos más avanzados.

Accediendo sus jefes a sus deseos se halló en la rendición de la escuadra francesa en Cádiz, donde pidió voluntariamente situarse en lo más inmediato del combate, teniendo la honra de que se lo concediesen.

Aumentó la partida de su mando, reclutando entre Madrid y Somosierra.

Luego es nombrado teniente general y su prestigio aumenta en España.

En 1815 estaba reunida en la bahía de Cádiz una expedición pacificadora que tendría a Morillo como jefe, quien había sido designado para este puesto a finales de 1814 por el rey Fernando VII.

[14]​ Se recaudó todo el dinero o especies posibles para pagar los trabajos de defensa, los extranjeros fueron obligados a trabajar en ellos, se reclutaron hombres para engrosar los cuerpos de voluntarios y se ordenó la movilización obligatoria de todos los ciudadanos en las milicias.

La pérdida de mil tripulantes y un millón de pesos que transportaba el navío significó que Morillo rápidamente viajara al continente y dejara en Pampatar una pequeña guarnición.

El asedio había durado 105 días, durante los cuales 6000 civiles fallecieron en el interior de las murallas de la ciudad, la mayoría a causa del hambre y las epidemias.

[21]​ Debido a estos hechos Ceballos nunca tuvo mucha estima a Salvador, y gracias a los oficiales expedicionarios Moxó obtuvo el dominio sobre él en varias decisiones de la guerra, poco acertadas, que permitieron el fortalecimiento de los republicanos y la separación de los realistas.

Al oír su sentencia de muerte, una tradición espuria afirma que Caldas habría pedido clemencia a Morillo, cuya respuesta habría sido «España no necesita de sabios».

que Morillo era favorable al indulto y Enrile no.

[29]​ Francisco Tomás Morales había advertido a Morillo que no creía en su arrepentimiento por la ferocidad desatada contra los españoles de Caracas en la guerra a muerte.

[18]​ Con los clérigos y religiosos que habían colaborado con la causa independentista se procedió mucho más suave.

Algunos religiosos, como los dominicos Ignacio Mariño y Pablo Lobatón fueron incluidos en la lista negra de rebeldes que debían ser ajusticiados y Morillo mandó su captura y su remisión a España, orden que nunca se cumplió, pues los dos estaban ausentes en Los Llanos, a donde habían ido a integrar las guerrillas de resistencia.

Asimismo la necesidad de instaurar un estado policial extraordinario debilitó aún más la ya maltrecha administración virreinal tradicional.

[31]​ Tras recuperar la Nueva Granada, Morillo debe regresar a Venezuela en 1817 preocupado por el recrudecimiento de la guerra, pues Bolívar, Piar, Páez y otros jefes venezolanos reactivan su movimiento durante la estancia de Morillo en Nueva Granada.

Más tarde Bolívar extiende su ofensiva a Nueva Granada en 1819 y ocupa Santa Fe de Bogotá tras derrotar al coronel José María Barreiro en la batalla de Boyacá.

Dicho tratado fue importante en la causa patriota, ya que España, a través de Morillo, si bien no renunciaba a sus derechos sobre las tierras del Virreinato de Nueva Granada, reconocía de alguna manera la existencia del estado independiente recién creado por Bolívar.

[34]​ Luego de la firma del armisticio Morillo se retiró a España, dejando en su lugar al general La Torre y a unas fuerzas realistas desalentadas.

Finalmente Pablo Morillo consigue su retiro, solicitado en 16 ocasiones anteriormente, y regresa a España, dejando el mando del ejército realista al general Miguel de la Torre en diciembre de 1820.

Sin embargo a su retorno inmediatamente es llamado por el rey Fernando VII para una nueva misión.

Morillo consigue permiso para viajar a Francia por motivo de salud en el año 1824.

Francisco Javier Castaños , comandante en jefe durante la batalla de Bailén .
Monumento a Pablo Morillo en la ciudad de Zamora ( España ).
Retrato de Pablo Morillo hecho en Santafé por Pedro José Figueroa .
Reina regente María Cristina