Era protegido del capitán general de Venezuela Vicente Emparan, y se mantuvo fiel a la Regencia de España durante la revolución independentista hispanoamericana.
Ceballos no sólo rechazó la solicitud sino que hizo presos a los comisionados.
A fin de someter a la provincia rebelde, la Junta Suprema reunió un ejército de cuatro mil hombres y confió al marqués del Toro su conducción.
La derrota de sus tropas fue vergonzosa porque tan pronto Ceballos les hizo frente, se batieron en retirada sin haberse comprometido en un verdadero combate.
El marqués del Toro regresó a Caracas derrotado y humillado.