Batalla de Coro

[14]​ Aunque las fuerzas revolucionarias consiguieron la victoria, fueron incapaces de retener Coro y la urbe fue nuevamente ocupada por sus enemigos.

[18]​ Después que el gobernador de Coro, coronel José Ceballos, amenazara públicamente a la naciente Junta Suprema, arrestara y enviara a Maracaibo a los comisionados Vicente Tejera, Diego de Jugo y Andrés Moreno, enviados por el nuevo gobierno para negociar el sometimiento de la comarca, la Junta Suprema decidió organizar una expedición contra Coro y Maracaibo dirigida por Francisco Rodríguez del Toro, el marqués de Toro.

[31]​ Como respuesta, los caraqueños justificaron sus acciones afirmando que la península ibérica había caído ante el poder de Napoleón Bonaparte y era necesario constituir un gobierno propio para evitar ese destino.

[34]​ Posteriormente, intentaron negociar con Mirayes por separado y convencerlo de que no reconociera la Regencia ni apoyará a los corianos, pero sin éxito.

[35]​ Ahí se enteran de que las localidades de Pedregal y San Luis, por donde debía pasar su ejército, estaban en manos realistas, así que el marqués reorganiza sus tropas en tres cuerpos: Rodríguez del Toro permaneció en Siquisique y envió al coronel Luis Santinelli al Pedregal y al coronel Miguel Ustáriz a San Luis.

Por su parte, Ustáriz fracasa en tomar San Luis y se retira a Purureche.

[38]​ Ante su avance, los habitantes de la provincia abandonan sus casas y cultivos para refugiarse en Coro.

[39]​ En la mañana del día 13, el gobernador de Maracaibo, brigadier Fernando Miyares, intento detener su avance con 700 soldados.

[40]​ Santinelli decidió no dejarlo tomar posiciones y rápidamente organizó un ataque simultáneo en tres columnas.

[42]​ El 15 de noviembre, Santinelli llega a Sabaneta y toma posiciones en Mitare, Las Lajas y Agua Clara, pudo atacar Coro sin haber encontrado resistencia organizada pero el marqués de Toro le ordena esperar para concentrar todas las fuerzas republicanas en un ataque final.

[57]​ Otro venezolano, un antiguo oficial realista llamado Feliciano Montenegro Colón, le apoyaba en tal estimación en su Geografía general (1837) escribiendo: «Miéntras tanto el general Francisco del Toro, gefe de la expedicion contra Coro, que organizaba sus tropas en Carora, la dejó á fin del precitado mes y dirigió su marcha acia el pedregal, muy confiado de ocuparla, pues al efecto conducia 5000 hombres [sic]».

[5]​ Hasta el marqués del Toro reconoció que disponía de «cinco mil bayonetas» en una entrevista.

[75]​ Iribarren Celis también citó un ensayo manuscrito del mayor venezolano Rafael Angarita Trujillo, La Jornada de Coro, donde no se niega que la fuerza expedicionaria pudo alcanzar los 5000 hombres, pero afirma que probablemente eran muchos menos, quizás 2000.

[84]​ En cambio, José Restrepo afirma que había apenas 1000 realistas en la ciudad;[11]​[85]​ algo que Francisco Antonio Encina junto a la profesora venezolana Elina Lovera Reyes apoyan, agregando que se logró tal guarnición gracias a los aportes de Maracaibo y las Antillas, permitiendo también fortificar la plaza y disciplinar la tropa de una forma superior a la rival.

[89]​[90]​[91]​ El obispo de Usula e historiador venezolano, Nicolás Eugenio Navarro Ortega, basado en el militar francés Luis Perú de Lacroix,[nota 13]​ elevó un poco el número: «así es que se determinó enviar una expedición militar sobre Coro, en cuya plaza tenían los Españoles una fuerza de cerca mil quinientos hombres al mando del Corl.

[nota 14]​ Sin embargo, en una entrevista de 1840 reconoce: «Pero muy corto era ese número para intimidar a mil corianos resueltos que lo esperaban.

[57]​ Varias décadas después, los historiadores españoles José Coroleu y Francisco Pi consideraban que los defensores eran 2000 como máximo.

[9]​[10]​ En tiempos más recientes, el historiador español José Semprún menciona que después del combate, los monárquicos de Coro, Moruy y Santa Ana apenas contaban con 1000 milicianos.

[97]​ Las estimaciones más bajistas coinciden con José Domingo Díaz, quien señaló que movilizaron en 1806, cuando la atacó Miranda, «mil doscientos hombres indios y españoles» para defenderse.

[101]​ Para paliar esa desventaja, Miyares había ordenado la compra de armamento y munición en Curazao.

El historiador Julio Febres-Cordero G. cree que eran unos mil,[81]​ basado en la información dada por el presbítero Pedro Gamboa: «y como teniendo [Miyares] mil hombres á su disposicion, solo le envió cincuenta [a Coro]».

[114]​ En la costa había muchas aldeas de caquetíos que se dedicaban principalmente a la caza y la pesca.

Cuando faltaba un último asalto para tomar la plaza de armas, el marqués ordenó la retirada.

Se le había informado que Miyares estaba en Sabaneta de Coro y temió quedar atrapado entre dos fuegos.

[131]​ La retirada fue tan apresurada que el jefe del ejército rebelde abandonó su bagaje,[57]​ «hasta sus baúles».

[42]​ El historiador Nicolás González Chávez estimaba que los patriotas habían perdido hasta 1500 hombres durante la retirada en múltiples causas.

[42]​ Algunos políticos y militares revolucionarios llaman a un nuevo ataque contra la ciudad, afirmando el peligro de tener 2000 soldados enemigos tan cerca, pero historiadores posteriores consideraron tales declaraciones como una exageración.

[139]​ Este relativo éxito permitió que empezaran a llegar refuerzos desde Puerto Rico, el primer contingente fue enviado el 27 de noviembre, estaba compuesto por 6 oficiales y 150 fusiles y tenía por objetivo Coro.

[141]​ Se desarrolló un equilibrio de fuerzas donde los monárquicos no podían llegar hasta Valencia ni los rebeldes tomar Coro.

[144]​ En 1815 el gobierno español la oficialmente erigió como provincia de Coro, aunque tal medida tuvo que esperar tres años para volverse una realidad y por orden del general Pablo Morillo.