Esta nueva entidad englobó a las provincias de Venezuela, Cumaná, Guayana y Maracaibo, Mérida e islas de Trinidad y Margarita.
El primer gobernador fue Ambrosius Ehinger (o Alfinger), que utilizó como base la isla de La Española, donde los Welser habían fundado dos ciudades y tres fortificaciones.
A Alfinger le sucederán como gobernadores y exploradores de sus territorios en Venezuela otros alemanes, como Nicolás Federmann, Bartholomeus Sayler, Georg von Speyer (o Jorge de Spira), Heinrich Rembolt, Philipp von Hutten y Bartholomeus Welser, quienes recorrieron la cuenca occidental del Orinoco, Los Llanos y los Andes septentrionales llegando hasta la sabana de Santa Fe de Bogotá (actual Colombia) en el caso de Federmann.
Las riquezas del fabuloso El Dorado representaban el principal interés de la familia Welser para saldar la deuda contraída por Carlos I, así como lograr encontrar el Mar del Sur (Estrecho de Magallanes), pero sus esfuerzos exploratorios no fueron exitosos en encontrar ninguna de ellas, mas si señalaron el camino para la futura conquista del territorio venezolano.
La concesión fue revocada definitivamente en 1546 por el desorden general mostrado por la administración de los Welser, así como por el choque de intereses entre dichos mercenarios y los conquistadores españoles que exploraban estos territorios desde distintas jurisdicciones como Santa Marta, Bogotá y El Tocuyo, entre otros.
Durante este periodo histórico se le conoció también como provincia de Coro.
La reducida colonia española y casi toda la población de los indígenas arawacos, que se negaron a jurar obediencia a los Países Bajos, fueron expulsados y se refugiaron en las costas de Venezuela.
En 1519 su jurisdicción fue ampliada para incluir a todas las Antillas Menores y parte de la costa de Venezuela hasta la desembocadura del río Orinoco, conservando estos territorios hasta 1790, aunque las islas menores se fueron perdiendo a medida que fueron ocupadas por otros países.