Al acabar sus estudios se embarcó a bordo del Soberbio, navío perteneciente a la escuadra del Mediterráneo, mandado por Juan José Navarro, futuro marqués de la Victoria.
Dicho trabajo le ocupó siete años viajando por el rio Orinoco y sus tributarios y en varias oportunidades llegó a Santa Fe de Bogotá para rendir informes al virrey de la Nueva Granada.
Combatió el contrabando de ingleses y holandeses que azotaban las costas del litoral venezolano.
La escuadra combinada franco-española, en la que se contaban 68 navíos, logró ejecutar un exitoso bloqueo naval a Gran Bretaña; los buques ingleses se refugiaron en sus puertos causando el colapso del comercio británico.
Contra esta expedición se encontraba una escuadra de 33 navíos ingleses al mando del general George Rodney a las cuales se logró burlar gracias a la pericia y arrojo del almirante Solano.
Por concesión especial del rey Carlos IV, se le rindieron honores militares.
Su muerte fue honrada a nivel nacional e incluso el rey levantó la prohibición de rendir honores fúnebres en la residencia del monarca, suponiendo un reconocimiento muy especial.
Sigue siendo un misterio si las bóvedas donde fue sepultado Solano se salvaron y sus restos fueron trasladados a la Parroquia; al parecer el sacristán de dicha iglesia dejó constancia escrita que todos los restos fueron reunidos y enterrados debajo del piso de la iglesia después de un incendio ocurrido en 1930.
En Venezuela, el Municipio Chacao otorga desde 2010 la Condecoración "Orden Don José Solano y Bote" en reconocimiento a quienes se destacan en el ámbito de la defensa de los derechos sociales, la tecnología y el deporte en el municipio.