Se erigió en la zona llamada Cresta del Vigía y su función era proteger la ciudad de posibles ataques navales, resguardar su puerto, el Camino de los Españoles a Valencia y toda actividad mercantil.[3] La visibilidad de los cuatro puntos cardinales era perfecta y por esto funcionaba como mirador.Se buscaba que la vigilancia desde el cerro fuera permanente y, además, de forma más eficiente.Entre los más destacados visitantes se encontraban Alejandro de Humboldt,[8][9][10] Agustín Codazzi,[10] Conde Louis Philippe de Ségur,[11] Ferdinand Bellermann,[10][12][13] Anton Goering[10][14][15] Karl Ferdinand Appun,[10][14] Joseph Luis de Cisneros,[10] Miguel Maria Lisboa,[10][14][16] Wilhelm Sievers,[10] Francisco Depons,[10][17] Dauxion Lavaysse,[10] Antonio Manzano, Willian Duane,[18] Jenny Talleney,[10][14] Robert Semple[10] y James Mudie Spence.[14] Su ingreso a tierras venezolanas fue en el 1849, apenas contaba con veintinueve años,[10][14][19] describe la región con mucho amor.[nota 10] Se refiere al Mirador de esta forma: Quizás por motivos comerciales o personales llega a Puerto Cabello en los años 1810 y 1811.Nacido en Alemania y pariente de Karl Ferdinand Appun, estuvo en Puerto Cabello en las últimas décadas del siglo XIX.Aunque Carujo se salvó de ser fusilado, lo embarcaron en la Fragata Colombia y le enviaron a Venezuela.Su castigo no fue solo en el barco, al quitarle los grilletes para llevarlo a tierra le ataron los brazos a un cabestro y lo pasearon por los sitios públicos de Puerto Cabello mostrándolo como forajido, asesino y gran criminal.Logró escapar el segundo día de agosto, pero dejó un escrito justificando su huida.No obstante, al poco tiempo fue capturado y regresado en forma humillante a la fortaleza donde le colocaron grillos.Explica como tuvo gran participación el Fortín Solano para defender la zona de enemigos superiores en poder.Brandt describe esta acción llamándola; «El famoso disparo del Fortín Solano» Cuando ya iba acercándome al «Fortín Solano» al extremo de que éste me quedaba solo a dos cuadras, rompieron los fuegos.Muchos negaron dicho disparo; otros dijeron que había sido hecho por el Capitán Meyer y otros, entre ellos el General López Contreras, sostuvieron que fue Antenor Ugueto quien lo hizo.Se habían creado cantidad de leyendas en la ciudad donde el Fortín Solano era principal personaje.Estas insurrecciones se dieron por la difícil situación política que vivía Venezuela bajo la presidencia de Rómulo Betancourt (1959-1964).Diferentes historias corrieron sobre tal acontecimiento que enlutó a Venezuela, se tomó como un acto bélico injusto e innecesario.Muchos acomodaron lo que pasó de acuerdo a intereses políticos y personales.Concluiría su investigación diciendo: Don Enrique Aristeguieta Gramcko[nota 16] da su testimonio relatándolo así:El sitio cuenta con un restaurante, tiene visitas guiadas y se permite la entrada de 8:00 a 18:00 todos los días.
Parte del casco colonial de la ciudad de Puerto Cabello. A Sievers le llama la atención como queda dañada la ciudad por el cruce de balas.
Rómulo Betancourt
, Presidente de Venezuela en los períodos 1945-1948 y 1959-1964. Durante su segundo mandato ocurrieron actos de subversión llamados «
El Carupanazo
» y la Insurrección de Puerto Cabello o como mejor se le conoce «El Porteñazo». Venezuela vivía una difícil situación política que llevó a tomar decisiones extremas, por parte de sus autoridades, donde la población sufrió muertes y heridos.
Bombardeo del Fortín Solano desatado en el Porteñazo. Alí Brett Martínez observaría: «después de la aparición del avión como elemento de guerra, estas fortalezas quedaron sin vigencia estratégica».