Compaginó períodos capitaneando barcos con su vida familiar en Llandaff.
Se distinguió sirviendo al Vizconde de Torrington en la Batalla de cabo Passaro en 1718, y comandó los escuadrones de la flota del Mediterráneo y el Océano Índico, hasta que se retiró por primera vez del servicio naval.
Volvería al servicio activo en 1741, tras la entrada de Gran Bretaña en la Guerra de Sucesión Austriaca, donde comandó la flota del Mediterráneo.
Una serie de consejos de guerra y una investigación pública le llevó a ser destituido junto a varios oficiales.
El segundo al mando de Mathews, Lestock, fue procesado pero absuelto, culpando de los nefastos resultados a Mathews; a este se le achacó mala planificación, mal temperamento y ataque imprudente.