Gabriel José de Zuloaga Moyúa
Desarrolló acciones para combatir el contrabando y la piratería que afectaban sobre todo al comercio con la Península y a las operaciones de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas.Para ello construyó fortificaciones en La Guaira y Puerto Cabello, cuyos puertos defendió con ayuda de la Real Compañía Guipuzcoana.[1] Durante la Guerra del Asiento logra repeler el primer ataque británico en octubre de 1739 cuando tres navíos bajo mando del capitán Thomas Waterhouse intentaban apoderarse de las naves mercantes españolas surtas en el puerto de La Guaira.Estos puertos eran de suma importancia estratégica, ya que servían a las flotas peninsulares como refugio durante el mal tiempo, al encontrarse al sur de la llamada "Ruta o Caño de la Invernada".El juicio de residencia se pronunció sobre él en estos términos: "Declaramos igualmente al expresado conde de Torre Alta, don Gabriel de Zuloaga, por bueno, recto, celoso y justificado ministro, digno y merecedor de que su Majestad le honre y premie con otros mayores empleos de su real servicio."