Desembarcados los compañeros de Santiago Mariño, las fuerzas del Jefe español Juan Gabasso lo abandonan y se incorporan al movimiento libertador.
[15] Por el contrario, Boves había marchado esperando luchar en La Puerta, terreno que conocía y donde sabía cómo hacer maniobras.
[19] Entonces Mariño ordenó al mayor general Valdés cargar con la izquierda y la reserva sobre el centro realista en columna cerrada; por la falta de municiones los llaneros resistieron con sus bayonetas hasta que decidieron retirarse.
Como reserva estaban las compañías de los comandantes Pedro Salías y Martín Peñalver.
Entre tanto, el 24 de junio Santiago Mariño estaba en Barcelona, Margarita y Cumaná concentrando una fuerza.
[42] A las 5:00 horas del 17 de agosto Morales cruzó el río con su infantería, bien pertrechada y dirigida por oficiales disciplinados.
No pudo llegar por el camino principal pero su caballería flanqueaba las defensas por un paso que Bermúdez había dejado desguarnecido.
[54][55] José Tomás Boves dispuso a su infantería en dos líneas paralelas defendiendo el puente y en sus flancos dos regimientos más uno vigilando los farallones del Amana.
Las cargas se distinguían por «ser como una avalancha» de montoneras guiadas por hombres valientes.
El ala derecha monárquica (Tiznados) retrocedió al primer choque y Boves debió reorganizarlo para hacerlo cargar.
Entonces Zaraza voltea y ataca desde atrás a los realistas pero el regimiento Cazadores le sale al paso, el coronel patriota carga varias veces contra su enemigo pero no logra romper sus filas y es empujado a la villa.
[60] Entre tanto, la infantería republicana atacaba frontalmente el centro monárquico con apoyo de la artillería.
Morales persigue a Monagas hasta un chaparral, chocando con el regimiento de Barreto y le obliga huir.
El Barcelona, que estaba al norte, cerca del río Amana, se encuentra con Morales.
Morales pide ayuda a los regimientos Espino y Rastra, logrando cercar completamente al batallón.
Bermúdez busca el rumbo de la Jamaica británica en las goletas "Constitución" y "Sultana" del corsario Luis Aury.
Pero el sentido común de la mayoría, la influencia del almirante Luis Brión y su fidelidad bolivariana, imponen aquella solución.
Arismendi le impide desembarcar, permitiéndole solo carenar y la busca de víveres.
Obligado el Libertador a partir, cuando se dirigía al embarcadero entre los gritos de una chusma hostil, Bermúdez tira de la espada para herirlo, afortunadamente para Bolívar, la intervención del coronel Manuel Isava y el Lic.
[74] Juan Manuel Valdés, José Rafael de Guevara y Agustín Armario dijeron que debían ayudar, pero el general de brigada José Francisco Bermúdez[nota 1] respondió que Bolívar era su enemigo y debía defenderse solo.
[77] Entonces Bermúdez, al parecer avergonzado, se ofreció a liderar la vanguardia diciendo: «Mi general, estoy en marcha».
[81] El 9 de febrero, Bermúdez llegó a la ciudad y un día después Mariño.
[82] Según Larrazábal, Bolívar fue a recibirlo al puente diciéndole: «Vengo a abrazar al libertador del Libertador», luego se abrazaron cordialmente y por varios minutos ninguno habló, sólo lloraron hasta que Bermúdez gritó: «¡Viva la América libre!».
Pasaron por Santa Ana, Urica y San Francisco, donde le llegó un mensaje del coronel Sucre avisándole que Mariño le pedía asumir el mando de los batallones Güiria y Colombia, este último una unidad de indígenas, para asediar Cumaná.
Marcha sobre Barcelona para reunirse con Rafael Urdaneta; mas este había ya abandonado la ciudad y Bermúdez debe hacerse fuerte en ella para resistir a José Pereira que se le encima.
Agotadas las municiones se retira en orden a pesar de la persecución enemiga y aún más, pasa al alcance del cañón realista en Cumaná y sigue por Cumanacoa, Aragua de Maturín hasta Maturín.
El 11 de mayo, Bermúdez vence a Isturiz[91] y al comandante Bernardo Ferrón en la hacienda Chuspita.
[100] Pereira debió retirarse a la capital, cuyo cabildo propuso un alto al fuego que Bermúdez no aceptó[96] y el 23 de junio entró en la ciudad.
El 18 se presentó una escuadra con Laborde a socorrer la plaza ya en poder de Bermúdez.
Se entrevistó este con el Jefe español y hasta le ofreció un banquete.